Desde junio, en Bélgica no han podido ponerse de acuerdo los políticos francófonos y los flamencos. Desde esa fecha no hay gobierno. La dirigente socialista Marleen Temmerman propuso entonces hacer una huelga de sexo y convocó a la abstinencia a las esposas de los políticos de uno y otro bando. “Si todas nos ponemos de acuerdo en la abstinencia sexual –dijo–, estoy convencida de que podremos lograr que las negociaciones avancen más rápido. Ya se sabe qué piensan los hombres en esas cosas.”