Más allá de las denuncias de José Cano y Mauricio Macri, ayer un grupo de fiscales se presentó en la sede de la Junta Electoral tucumana para seguir con el escrutinio definitivo. Entre ellos, el propio apoderado del PRO, Arturo Forenza, que también firmó un escrito de respaldo al secretario de la Junta Darío Almaraz, denunciado por Cano, “en repudio a las acusaciones infundadas de las que fue objeto”. Su decisión puso al desnudo la crisis en el PRO tucumano ante la campaña opositora de deslegitimación de las elecciones. En medio del desconcierto, Forenza ofreció su renuncia como apoderado.