Mientras conversaba en el Palacio de Buckingham con la reina Isabel II y con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el primer ministro, David Cameron, afirmó despectivamente que a la reunión contra la corrupción que se efectuará en Londres asistirán los presidentes de Nigeria y Afganistán, “los dos países más corruptos del mundo”. La conversación, donde hubo bromas sobre este tema, fue difundida por una cadena de televisión. El padre de Cameron es uno de los principales generadores de cuentas offshore en su país, y el propio primer ministro quedó fuertemente comprometido por las revelaciones del Panama Papers.