PSICOLOGíA • SUBNOTA › LA RESPUESTA DEL DIRECTOR DE SALUD MENTAL DEL GOBIERNO PORTEÑO
› Por Carlos de Lajonquiere *
La clave de la desmanicomialización está en internar la menor cantidad posible de pacientes, y, en los casos en que hay que internar, contar con efectores rápidos, donde el promedio de internación no supere los 30 días, con métodos de seguimiento que no propicien las reinternaciones. A esto corresponde nuestro propósito de incorporar, no diez, sino cien camas para internación breve en hospitales generales.
Hay que lograr que en cada barrio haya un efector de salud mental para casos agudos, que pueda recibirlos en forma inmediata y definir si es necesaria o no la internación. Pero una dificultad para la apertura de salas para internaciones breves en los hospitales generales es la resistencia de algunos directores y profesionales de los hospitales mismos.
El paradigma de la vieja psiquiatría consistió en hipermedicar, con muchos fármacos y poco uso racional de psicofármacos. No alcanza con abrir camas en hospitales de agudos, sino que es necesario cambiar la mentalidad, la formación de los profesionales, de modo que los pacientes no sean tratados con decenas de fármacos, sino con uno o dos, y que cuenten inmediatamente con sistemas de psicoterapia y reinserción.
Hay ya tres hospitales acondicionados para incorporar camas de internación breve: el Durand, el Rivadavia y el Piñero. En el Durand, la sala no se abrió porque el concurso para los profesionales de la guardia había sido impugnado, pero ya se destrabó, y las 21 designaciones están por salir. En el Rivadavia, ya están listos los concursos y las designaciones y Hacienda ya efectuó la imputación presupuestaria: sale entre esta semana y la que viene. En el Piñero se abrirán diez camas.
En el Pirovano, para noviembre se habilitarán 20 camas; los concursos para la guardia están prácticamente terminados. En el Argerich hay diez camas en proyecto pero hace falta reacondicionar la planta física. En total, calcularemos que terminaremos el año con 60 camas para internación en hospitales de agudos.
En cuanto a las casas de medio camino, hay dos ya compradas. La principal dificultad es que el Gobierno de la Ciudad no puede comprar propiedades dejando seña: el proceso de compra es generalmente lento y sucede que otros compradores ganen de mano. De todos modos ya está el decreto a la firma para dos casas de medio camino: una en la calle Virrey Liniers y otra en la calle Urquiza. Suponemos que se habilitarán en un mes. Para una tercera casa, en Mendoza y Constituyentes, la escritura todavía no se firmó.
En cuanto a la dotación de profesionales para hospitales de día, está en general cubierta. Hay más de diez hospitales de día funcionando y no hace falta crear muchos más.
* Director general de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Testimonio recogido por Página/12, en respuesta a observaciones formuladas en la nota de Angel Barraco en esta misma página.
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