Por primera vez, la Argentina ocupa el cuarto lugar en el ranking mundial que mide la representación parlamentaria femenina. Es la mejor posición a nivel latinoamericano, con el 40 por ciento de legisladoras, una proporción similar a la que exhibe Finlandia y por encima de países como Holanda y Dinamarca. El Mapa de Mujeres en Política 2008, presentado por la ONU y la Unión Interparlamentaria, revela avances generales bastantes lentos pero progresos muy notables en la región de América latina. Del análisis de la nueva publicación surge que la Argentina se destaca además por ser uno de los siete países del planeta que actualmente tienen jefa de Estado mujer –son apenas el 5 por ciento del total– y por tener también a una dama al frente del Ministerio de Defensa, cartera tradicionalmente masculina.

El ranking fue elaborado por la Unión Interparlamentaria y la División para el Avance de la Mujer de las Naciones Unidas, con datos actualizados al 1º de enero último. La lista la encabezan Ruanda, donde el 48 por ciento de las legisladoras son mujeres, y Suecia, con el 47 por ciento. Finlandia tiene el 41,5 por ciento y Argentina el 40 por ciento. Después sigue Holanda en el quinto puesto, con 39,3 por ciento de parlamentarias, Dinamarca, con 38 por ciento, Costa Rica –el segundo país latinoamericano del ranking– con 36,8 por ciento, España con 36,6 por ciento, Noruega con 36,1 por ciento y, en décimo lugar, Cuba, con 36 por ciento –tercera posición a nivel de América latina–. Estados Unidos aparece en el puesto 71º, con 16,8 por ciento de mujeres en su Cámara de Representantes, Uruguay en el 93º, con 12 por ciento, y Brasil en el 108º, con 9 por ciento. Esta medición se refiere a las parlamentos unicamerales o cámaras bajas o de Diputados.

De todas formas, el Senado argentino también muestra un gran avance femenino: después de la última elección hay 28 mujeres –38,9 por ciento– de un total de 72 bancas. Y figura entre los países con mayor participación femenina en la Cámara alta.

En el último lugar del ranking mundial figuran los países árabes, con poco más del nueve y medio por ciento de participación femenina en sus parlamentos. El secretario general de la Unión Interparlamentaria, Ander Johnnson, destacó la buena puntuación latinoamericana: “Hemos visto que entre todas las regiones del mundo la que quizá mejor se esté portando es América latina. Con lo cual ahora por primera vez tenemos un 20 por ciento de mujeres en el Parlamento, que es casi igual a lo que existe en Europa. Si no fuera por la incidencia de los países nórdicos en la medición europea, América latina estaría bastante mejor que Europa, incluso”.

El estudio destaca que a diferencia de lo que ocurre en el Poder Legislativo, donde la participación femenina se puede asegurar a través de leyes de cuotas, en el Poder Ejecutivo la designación es puramente política. Y allí las mujeres son franca minoría. Finlandia y Noruega tienen más del 50 por ciento de ministras. Los siguen Suecia, Francia, Sudáfrica y España. El denominador más extendido es la escasez de mujeres en el más alto nivel del Ejecutivo. Argentina tiene actualmente apenas tres ministerios encabezados por mujeres entre 11 que integran el gabinete nacional: Salud (Graciela Ocaña), Desarrollo Social (Alicia Kirchner) y Defensa (Nilde Garré).

La tendencia mundial es asignar a las mujeres a los ministerios relacionados con temas como género, asuntos sociales, niños y jóvenes, educación y medio ambiente. Al frente de los ministerios tradicionalmente masculinos, como el de Defensa, solo seis de más de mil carteras están encabezados por ministras, esto, es un 0,6 por ciento. Argentina integra ese reducto exclusivo.

No hay dudas de que las mujeres continúan siendo una minoría en los máximos puestos gubernamentales. Hay sólo siete jefas de Estado –entre ellas se destaca Cristina Kirchner y la chilena Michelle Bachelet– y apenas ocho jefas de Gobierno.

El ranking