A pesar de las certezas iniciales en torno de la muerte de Walter Olmos, la Justicia ahora busca dos datos: el origen del arma que usó para matarse y si hubo un “detonante psicológico” del disparo. Para el juez Mariano Bergés, el músico catamarqueño heredero de Rodrigo se mató, pero la causa del disparo no está tan clara.
“Tenemos que ver si fue absolutamente por error o si hubo un estímulo de tipo psicológico”, indicó a este diario una fuente de la causa. Existen elementos que reforzarían la segunda hipótesis, entre ellos una charla telefónica entre el músico y su novia minutos antes del disparo.
El origen de la pistola Bersa calibre 22 con la que se mató el cantante todavía es incierto. El arma está registrada en el Renar a nombre de un catamarqueño, pero al parecer su dueño no la veía desde hace un año. Según lo que contó ayer en su declaración judicial, el arma fue robada hace un año, hecho que registró con una denuncia. Pero esa denuncia de robo no aparece en el historial del arma, al menos así se lo aseguraron a este diario fuentes policiales.
Olmos había recibido la Bersa en cuestión hace muy pocos días, tal vez una semana. Para el juez, es indispensable ahora saber quién y en qué circunstancias se la obsequió: “Proveerle un arma a alguien que no conoce su funcionamiento o sabiendo que puede hacerse daño puede ser considerado –explicó una fuente del juzgado– un delito culposo”. En tanto, Vanessa Pasano, la novia de Olmos, fue convocada por la Justicia para una declaración testimonial. Bergés quiere conocer el contenido de la última conversación con su novio.