SOCIEDAD
› SE LLEVARON ARMAS Y DINERO DEL SERVICIO PENITENCIARIO
Asaltantes con muy buena información
Abrieron una puerta que tenía clave de seguridad. Se llevaron unas 40 armas y una suma que rondaría los 100 mil pesos.
› Por Carlos Rodríguez
En un audaz golpe, ocho hombres armados se llevaron cerca de 40 pistolas y fusiles, más un número indeterminado de municiones, de un edificio del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que está a tres cuadras de la plaza Flores. Allí funciona el Departamento de Inteligencia Penitenciaria y algunas versiones señalaron que también habrían robado una suma de dinero estimada en 100 mil pesos. Fuentes oficiales dijeron a Página/12 que todavía es “imposible de determinar el monto del dinero ni el total de las armas sustraídas”, porque tendrán que hacer “un arqueo interno” para precisar el faltante. Los ladrones se movilizaron en varios vehículos, entre ellos un Ford Falcon marrón, ingresaron por los techos a un hall interno, golpearon a dos guardias y abrieron una puerta que tenía una clave de seguridad. Por la precisión con la que actuaron, se cree que hubo un entregador y la inteligencia del SPF está siendo investigada ahora por sus colegas de la Policía Federal, la Prefectura y la Gendarmería.
Está confirmado que al menos se llevaron 20 armas de puño, la mayoría pistolas 9 milímetros, y unos 15 fusiles Fal, además de “una suma de dinero que tendrá que ser determinada”, admitió una fuente del Ministerio de Justicia y Seguridad. Los asaltantes se dividieron en dos grupos: cuatro llegaron por los techos de las casas vecinas y los otros digitaron la clave de acceso de una puerta ubicada en los fondos del edificio de Varela 266. Las fuentes afirmaron que en el lugar “no se guardan archivos de inteligencia o documentación importante”.
Sin embargo, en el edificio funcionan la División Seguridad Externa y Contrainteligencia, la División Control y Lucha Antidroga (actúa dentro de las cárceles federales), la División Operaciones Especiales y la División Inteligencia. En suma, allí se conserva buena parte de la información referida a las investigaciones internas dentro del SPF, que solamente en el año 2000 motivaron el desplazamiento de toda la cúpula de la fuerza, incluyendo al entonces jefe del Departamento Inteligencia, alcaide mayor Hugo Reinoso. Hasta anoche seguía en funciones el actual titular de la inteligencia penitenciaria, alcaide mayor Claudio Barbera, según pudo confirmar este diario, aunque no se descartaba la posibilidad de relevos.
El secretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, Mariano Ciafardini, fue cauto en la evaluación del robo y dijo que las armas que se llevaron “no fueron más de 20”. Otra fuente ministerial aclaró que el número todavía no fue determinado, aunque el robo se produjo en la madrugada del domingo. Según Ciafardini, los que se descolgaron de los techos “habrían amenazado a los guardias y de esa forma habrían obtenido el número de la clave de seguridad” de la puerta trasera. De ese modo puso en duda que los ladrones hayan conocido de antemano el número clave.
Ciafardini afirmó que en el lugar hay “un depósito de armas” y se realizan “algunas actividades secundarias”. Para Ciafardini se trató apenas de “un robo común cometido por delincuentes comunes” cuyo único fin fueron las armas ya que no se llevaron ninguna documentación. Sólo reconoció que “probablemente hayan contado con información previa de que allí se almacenaba armamento”. Las fuentes oficiales aseguraron que la custodia estaba a cargo del “personal estable habitual”. En cuanto a la posibilidad de un entregador, Ciafardini aclaró: “No necesariamente tiene que ser alguien de adentro (del SPF) sino tal vez alguien que en algún momento estuvo en la fuerza”.
El ministro de Justicia y Seguridad, Juan José Alvarez, ordenó que las tres fuerzas de seguridad bajo su órbita (Policía Federal, Gendarmería y Prefectura) participaran de la investigación. El fiscal de instrucción porteño César Troncoso interviene, de oficio, en una causa caratulada “robo a mano armada, lesiones, sustracción de armas de guerra y privación ilegítima de la libertad”. Informaciones extraoficiales indicaron que se habrían llevado al menos dos FAP (fusil ametralladora pesado), un arma de gran poder de fuego. También habrían desaparecido granadas antimotín,lanzagranadas y escopetas Itaka. No se descarta que alguna de ellas haya sido utilizada el lunes en tres robos contra camiones de caudales ocurridos en territorio bonaerense. Los asaltantes llevaban capuchas y poco después fue encontrado en William Morris uno de los vehículos utilizados, un Ford Falcon chapa TNG 544.
En el caso intervino directamente el titular del SPF, prefecto Juan Cid, quien hace menos de un año asumió el mando, luego de una intervención en la fuerza que había motivado el reintegro al servicio de un oficial retirado, Juan Develluk. En 2000 se habían denunciado casos de corrupción en la cárcel de Caseros y denuncias sobre presos que salían a robar amparados por los guardiacárceles. El prefecto Cid es cuestionado por medio de denuncias anónimas formuladas por hombres del SPF, en actividad y en retiro, lo que hace pensar que el robo podría apuntar también a lograr su destitución.