El gobierno de Mauricio Macri cerró el Observatorio de Violencia de Género creado un año atrás en el ámbito porteño y suspendió los talleres sobre “Sexualidad, Género y Derechos Humanos” que se ofrecían a alumnos de escuelas primarias, secundarias, de educación especial y de institutos de formación docente y se venían desarrollando desde hacía siete años con gran demanda de la comunidad educativa. Las dos medidas fueron confirmadas a Página/12 por fuentes gubernamentales y significan una pérdida importante para la ciudad: el observatorio –el primero de su tipo en el país– tenía como objetivo actualizar los datos para poder medir la magnitud de la violencia contra las mujeres con el fin de orientar las políticas públicas dirigidas a atender y prevenir el problema. Los talleres promovían la educación sexual con una perspectiva de género, en un marco de derechos humanos: ya hay en lista de espera unas sesenta escuelas que pidieron esos talleres (ver aparte).

El ex jefe de Gobierno Jorge Telerman anunció la creación del Observatorio de Género el 25 de noviembre de 2006, Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. El organismo fue creado por el decreto 1982/06. Una de sus impulsoras fue la entonces directora de la Mujer, Virginia Franganillo, bajo cuya órbita empezó a funcionar a comienzos de 2007.

El observatorio quedó a cargo de un pequeño equipo encabezado por Jorge Corsi, director de la Carrera de Especialización en Violencia Familiar de la Facultad de Psicología de la UBA, y pionero en el país en la investigación y la visibilización de esta problemática. Con el cambio de gobierno, en diciembre, los cuatro profesionales que trabajan con Corsi fueron desalojados de la oficina que ocupaban en la Dirección de la Mujer. Corsi intentó saber sobre la continuidad del observatorio pero no obtuvo ninguna respuesta oficial: ni de la directora de la Mujer, Mercedes Boschi; ni de la subsecretaria de Promoción e Integración Social, Soledad Acuña; ni del ministro de Desarrollo Social, Esteban Bullrich. En la práctica, dejó de funcionar: a través de Internet se puede acceder a la página del observatorio (www.observatorioviolencia.buenosaires.gov.ar) pero está colgada la misma información que dejó Corsi y su equipo en diciembre. En los teléfonos que figuran en ese sitio responden que ya no le corresponden al observatorio. Al ser consultadas por Página/12, fuentes del Ministerio de Desarrollo Social confirmaron que ya no está funcionando. Ningún funcionario del área se animó a hablar en “on” sobre el tema. “Lo estamos revisando”, dijo un vocero. Pero no garantizó su continuidad.

–¿Cómo interpreta el desmantelamiento del observatorio? –le preguntó este diario a Corsi.

–El gobierno de Macri está dando una señal muy clara de que la violencia contra las mujeres no va a ser un tema prioritario. Están minimizando la importancia de la violencia de género –consideró el especialista.

–¿Para qué sirve un organismo de ese tipo?

–Observatorios de Violencia de Género hay en casi todos los países del Primer Mundo. Era uno de los primeros en la Argentina. Sirve para proporcionar insumos reales, datos reales, para orientar las políticas públicas pertinentes para enfrenar el problema. Ese es su objetivo central.

Por el trabajo de casi un año ni Corsi ni el resto del equipo que lo acompañaba recibieron ni un centavo, a pesar de que había un convenio con una ONG por el cual debían cobrar los sueldos.

A lo largo de 2007, desde el observatorio se avanzó en algunos aspectos para tener una magnitud de la violencia contra las mujeres. En primer lugar, se acordó con la Procuración General de la Nación realizar una serie de modificaciones al nuevo software del registro de estadísticas criminales para recabar con mayor fidelidad los datos del fuero penal relativos a violencia de género, que no estaban incluidos e impiden la visibilización del fenómeno. Por ejemplo, que cuando se registre un homicidio se determine el sexo de la víctima y su vínculo con el victimario, para saber si una mujer que es asesinada murió a manos de su pareja o ex novio, una de las expresiones más dramáticas de la violencia de género. Con un objetivo similar, Corsi se reunió con la directora del Centro de Informática de la Cámara Civil, Laura Bellabarba, para introducir algunos cambios que permitan identificar mejor las causas abiertas por violencia contra las mujeres.

También desde el observatorio se acordó con la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno porteño incluir en la Encuesta de Hogares 2008 una o dos preguntas referidas específicamente a violencia de género. Además, se desarrolló un sitio web para la difusión on line de material relacionado con el tema. En la página, todavía se pueden encontrar los materiales que dejó Corsi: artículos, trabajos publicados, un relevamiento diario de las noticias sobre la problemática y el seguimiento del número de muertes de mujeres por violencia de género registradas por los principales medios gráficos nacionales en sus versiones digitales.