La ola de inseguridad trastrocó en bola tras cometerse un asalto en un lujoso edificio de la calle Conesa y Juramento, pleno Belgrano R. El asalto ocurrió el miércoles, pero recién salió a la luz ayer por la tarde. Y lo hizo de un modo extraño: hiperdimensionado. Una versión recogida por agencias y medios televisivos describió un golpe tipo comando, con grupos de apoyo, armas largas, handies, control total sobre un edificio de 13 pisos, toma de rehenes a todos sus propietarios y todos los departamentos desvalijados. El hecho ocurrió y estuvo cargado de dramatismo como cualquier asalto. Pero Página/12 pudo comprobar que el grupo comando no era comando sino puro grupo; tres jóvenes, una pistola, asalto al voleo en un departamento de un edificio de 9 pisos. ¿Hablamos del mismo caso?
La dirección fue coincidente. Conesa 2151. El edificio es lujoso, pero tiene 9 pisos. Infinidad de cámaras y medios periodísticos aguardaban ayer una respuesta frente a la puerta ante la terrible versión de los hechos, que decía así: “Una banda tipo comando integrada por seis o siete delincuentes fuertemente armados desvalijó varios departamentos de un edificio del elegante barrio porteño de Belgrano R, luego de tomar como rehenes a la mayoría de sus propietarios”. Otra información agregaba que se trataba de un edificio de 13 pisos y que el grupo comando huyó cuando apenas llegó la policía.
Alrededor de las 20, por la puerta vidriada del 2151 salió el subcomisario Julio Fernández, de la Comisaría 37ª, inmediatamente tomado por asalto por los medios. “Alguien llamó al Comando Radioeléctrico –dijo el uniformado– el miércoles, denunciando que había gente extraña en el edificio. Mandamos un patrullero, pero los vecinos no hablaron de ningún robo. Ahora vinimos a averiguar porque salía en la televisión. No hubo grupo comando. Eran tres jóvenes, uno solo con un arma de puño.”
“Están inflando todo”, dijo José, vecino del edificio en cuestión (incluso los pisos: en realidad tiene 9). “Fueron tres pibes, uno estaba armado –describió, en coincidencia con la versión policial–, se metieron cuando el pibe que reemplaza al portero pasaba una franela y tenía la puerta abierta. La policía llegó media hora tarde. Está ocupada en custodiar edificios de jueces, de Amira Yoma y otros personajes.”
Más tarde, una propietaria de uno de los departamentos señaló: “Subieron con la mucama del cuarto que entraba, se metieron en el departamento, amenazaron a la dueña, la cachetearon y amenazaron con llevarse a sus hijos (tiene tres en edad de escuela primaria). A uno le gatillaron el arma –describió la mujer, asustada y sin dar sus datos, repitiendo lo declarado por la mucama del cuarto–. Después, otras dos chicas, que son propietarias de dos pisos diferentes, fueron llevadas al departamento del cuarto piso, y también al propietario del séptimo, al que trompearon. A los 15 minutos se fueron porque desde abajo les avisaron que ‘se pudrió todo’. Se llevaron joyas y dinero del cuarto”.