SOCIEDAD
› UN HOMBRE FUE LIBERADO DE UN SECUESTRO POR SER CURA
Ladrones con temor a Dios
Nunca se sabrá si los ladrones eran creyentes o qué, pero lo cierto es que prefirieron evitar conflictos divinos de envergadura: ayer estaban secuestrando a un hombre, pero cuando descubrieron que se trataba de un sacerdote, les dio remordimiento y lo soltaron. Eso sí: le robaron lo que llevaba consigo –incluida la Biblia–, con lo que alguna penitencia deberán cumplir para remediar el pecado. El caso del cura se sumó a una jornada de particular actividad en ese rubro: en total hubo tres casos de secuestros frustrados y dos autosecuestros.
El cura José Luis Gergolet, de 43 años, fue raptado el miércoles a la noche por dos delincuentes en Banfield, al sur del Gran Buenos Aires, y liberado poco después al descubrir la condición religiosa de su víctima. De todos modos, se llevaron su auto, dinero, un teléfono celular y varios libros, entre ellos la Biblia. “Espero que la lean”, dijo el cura después, cuando contó el episodio.
“Cuando bajé del auto –relató–, descubrí que dos muchachos se habían acercado a mí. Uno me apuntaba con su arma, me hicieron subir en mi auto en el asiento trasero y luego otro de los muchachos tomó el volante. Me dijeron ‘esto es un secuestro exprés, quedate tranquilo’.”
Los ladrones, ambos jóvenes, aunque no menores de edad, dieron vueltas con el auto durante unos 15 minutos, seguidos por un Volkswagen Polo color rojo con dos ocupantes y un Ford Escort celeste como apoyo. Entonces, Gergolet, que se desempeña como auxiliar en la Junta Catequística de Lomas de Zamora, invocó su condición de religioso. Y les mostró los hábitos que lleva debajo de la campera. Además, un amigo del cura había visto todo. Así que finalmente los captores lo abandonaron ileso en una esquina de Villa Fiorito, a pocas cuadras del cementerio de Lomas de Zamora.
Además de cura, fueron secuestradas y liberadas ilesas sin pago de rescate otras dos personas, mientras que también otras dos fingieron haber sido víctimas de ese delito.