SOCIEDAD
› RECLAMO DE CARTONEROS AL CEAMSE EN JOSE L. SUAREZ
Una protesta por la basura
“Por un escopetazo todavía tengo un perdigón de plomo detrás de la oreja.” Isabel Carabajal es una de las mujeres de José León Suárez que ayer estuvo frente al Ceamse. En el lugar funciona uno de los basurales más grandes del Conurbano. Página/12 denunció hace dos semanas que allí todas las noches la policía y los vigiladores de la empresa reprimen con tiros a los cartoneros que intentan entrar para llevarse la basura y alimentos descartados por los supermercados y las fábricas de la zona. Junto a aquella mujer, ayer se movilizaron otros 400 cartoneros del barrio, apoyados por la Asamblea de Palermo Viejo, que bloquearon la entrada de camiones al lugar. Exigieron al Ceamse permiso para reciclar en el lugar y denunciaron la represión y las amenazas.
Las imágenes del basural son una de las radiografías más tétricas de Buenos Aires. Mientras la gente del barrio Elena Cárcova y Villa Hidalgo intenta pasar cada noche a recoger la basura, una parte de la vigilancia privada del Ceamse y la policía de Billinghurt de servicio en el lugar se llevan en camiones y autos particulares las mejores piezas del basural.
Esa situación fue denunciada por Página/12 hace dos semanas. En ese momento, el Ceamse aseguró que desconocía todo y que iniciaría una investigación. Aun así, el Ceamse dice que no sabe nada del tema. Leonardo Massey, gerente del organismo, desconoció ayer las acusaciones contra los custodios y dijo que “no me constan”. Frente a él, Juan Rojas, uno de los delegados del Tren Blanco y parte del grupo de hombres del barrio, decía que “con una camioneta Trafic nos agarran los de Gendarmería y nos sacan lo que cirujeamos”.
Los jóvenes contaron que “la policía, si nos agarra, nos saca la ropa y nos deja sin nada”, y otros agregaron que “nos llevan varios kilómetros por la autopista y desde allí nos tenemos que venir a pata”. Y van hasta allí sólo por la comida: “Es comida buena. Y la necesitamos, porque nuestros pibes necesitan comer”. Para frenar la protesta, la provincia movilizó equipos de Gendarmería y de la Bonaerense. El conflicto se extendió durante dos horas. Al final del día, Massey anunciaba un principio de acuerdo. La semana que viene, dijo, se tratará el pedido en la reunión de directorio.