Los familiares de las 199 víctimas fatales del accidente de la línea aérea TAM-Brasil, ocurrido el 17 de julio del año pasado, denunciaron ayer que esa empresa “obstaculiza el pago de las indemnizaciones” y reclamaron por las demoras en la investigación del caso. Según esgrimieron los allegados a los muertos en la tragedia ocurrida en Congonhas, San Pablo, la empresa “dice que pagó 61 indemnizaciones” pero ellos contabilizaron que sólo “ocho” de esos pagos fueron efectivos.

Con esos reclamos como estandarte, el grupo de familiares de víctimas se reunió ayer con los de otra tragedia aérea, ocurrida en la Amazonia en septiembre de 2006, cuando una avioneta chocó un avión de Gol, provocando 154 muertes. Ambos grupos realizaron protestas en los aeropuertos de San Pablo, Porto Alegre, en el sur brasileño, y Manaos, al norte de la región amazónica; donde mancomunaron sus reclamos. “Ellos (TAM) dicen que pagaron 61 indemnizaciones, pero nosotros contamos ocho”, denunció uno de ellos.

Algunos de ellos llevaban remeras negras y otros estaban cubiertos con bolsas plásticas de ese color, simulando ser cadáveres, cuando ayer se agruparon frente a los puestos de la aerolínea TAM en Congonhas. Es que desde ese aeropuerto y en esa empresa viajaban las 199 personas que fallecieron cuando un Airbus se estrelló contra un depósito y explotó.

Por esos hechos, los familiares de las víctimas fatales denunciaron no haber recibido el pago indemnizatorio, así como tampoco ningún tipo de resarcimiento por las pérdidas materiales en el accidente.

Buena parte del reclamo estuvo orientado por las críticas al desempeño de los investigadores policiales en el accidente, y por la denuncia de que se estaría ocultando informaciones que fueron grabadas en la cabina del avión, al momento de producirse el accidente en Congonhas, que se transformó instantáneamente en la mayor tragedia aérea para Brasil.

Los familiares recibieron pertenencias de las víctimas, que fueron rescatadas de entre los escombros a los que quedó reducido el avión tras estrellarse. En la tarea de recuperación trabajaron expertos de la empresa estadounidense Global BMS, que ya había trabajado en la búsqueda dentro de los escombros de las Torres Gemelas, tras del atentado del 11-S.