SOCIEDAD › LA CORTE SUPREMA DICTARá UN FALLO PARA EXCARCELAR A TEJERINA
El tribunal ya tiene los votos para decidir sobre el caso de la joven que mató a su hijo recién nacido: no la declarará inimputable, como pide su abogado, sino que reducirá la condena por ese homicidio. Así obtendría la libertad condicional.
› Por Irina Hauser
La Corte Suprema de Justicia planea firmar en los próximos días un fallo que dejaría en libertad a Romina Tejerina, la joven sentenciada a 14 años de prisión por matar a su beba recién nacida, a la que aseguró haber gestado tras una violación. Cuatro jueces del alto tribunal están dispuestos a reducir la condena que le impuso la Sala II de la Cámara Penal de Jujuy a la pena mínima prevista para el tipo de homicidio en juego, que es de 8 años. Por el tiempo que lleva detenida tendría cumplido los dos tercios necesarios para dejar la cárcel. Sus abogados pedían que fuera declarada inimputable.
Romina fue condenada en junio de 2005 por homicidio agravado por el vínculo pero atenuado por haber “mediado circunstancias extraordinarias” como la pobreza, el contexto familiar y el hecho de que hubiera ocultado el embarazo. La fiscalía había pedido prisión perpetua, pero los jueces buscaron un término medio entre el mínimo y la pena máxima de 25 años: le dieron 14. Estaba presa desde el 23 de febrero de 2003, cuando sus dos hermanas –Mirta y Miriam– la encontraron en el baño de la casa que compartían, donde había dado a luz en soledad, con sus 19 años, a una beba prematura a la que acuchilló. Las dos fueron llevadas a un hospital, pero la niña murió.
Los abogados de Romina, Mariana Vargas y Fernando Molina, pidieron la anulación de aquel fallo, que terminó confirmado por el Superior Tribunal de Jujuy con una demora de más de un año y medio. Así fue como la discusión sobre el contenido de la sentencia llegó en 2007 al máximo tribunal del país, que luego de largas pulseadas internas alrededor de esta historia ayer comenzó a consensuar una salida que a última hora contaba con cuatro votos. Así lo confirmaron a este diario altas fuentes de la Corte.
En su reclamo ante los jueces supremos, la defensa de Tejerina sostuvo que al momento de dictar sentencia los jueces jujeños no tuvieron en cuenta la pericia psicológica de parte que concluía que la joven había matado a su hija en “un episodio psicótico”. Ella decía que había visto en el rostro de la criatura la cara del hombre al que acusó de haberla violado y que fue absuelto por falta de pruebas. Pese a que “los magistrados deben inclinarse por la pericia que más beneficia al acusado”, destacaban los abogados, se apoyaron en la pericia oficial que afirmaba que la chica estaba en su sano juicio al dar varias puñaladas. De lo contrario, argumentaban, no podía haber relatado los hechos como lo hizo en la indagatoria.
La mayoría de los jueces de la Corte no está dispuesta a decir que Romina es inimputable, pero sí a buscar la vía para devolverle la libertad. Esa es la postura de Ricardo Lorenzetti, Raúl Zaffaroni y Juan Carlos Maqueda quienes, durante el prolongado plenario de ayer, lograron convencer a Carlos Fayt de que buscara la vuelta para formar la mayoría necesaria para firmar un fallo. Fayt, en rigor, tenía escrito un borrador donde se inclinaba por declarar directamente la inimputabilidad de la joven, según pudo saber Página/12. Si no se comprometía a retocar su voto el caso seguiría trabado.
Las dos juezas mujeres del tribunal, Carmen Argibay y Elena Highton de Nolasco, están en una postura inamovible: rechazar de plano el reclamo de Tejerina por improcedente. La idea es que la Corte no debe revisar los hechos y las pruebas. Enrique Petracchi está en la misma línea que ellas. Es algo similar a lo que dictaminó la Procuración General de la Nación.
Los cuatro jueces dispuestos a acercar posiciones se pusieron de acuerdo en un punto central: los mismos factores que la Cámara Penal jujeña tuvo en cuenta al evitar la pena mayor en su sentencia, debieron haber justificado la aplicación de la mínimo previsto por la escala penal para casos de este tipo, que es de 8 años. Estos jueces supremos hablan del contexto de miseria y pobreza de Romina, su situación de abandono, el clima de violencia familiar que la rodeaba y las circunstancias que rodearon al embarazo (como el hecho de haberlo ocultado). Agregan, incluso, el estado puerperal. Para sintonizar, Fayt seguramente tendrá que borrar de su voto cualquier cuestionamiento a la valoración de la prueba que hizo el tribunal de Jujuy y las objeciones al peritaje oficial.
El episodio de la violación ni se menciona dado que el acusado, Eduardo Vargas, fue absuelto. Tejerina lo había denunciado un mes después de quedar detenida. El reconoció la relación sexual pero dijo que había sido consentida. Ella dijo que había ocultado el abuso y el embarazo mismo por vergüenza y miedo. “Se me juntaban las amenazas del violador con las de mi viejito, que siempre me decía que era una puta, que si llegaba embarazada le iba a dar un infarto”, dijo en un reportaje con este diario.
A menos que haya cambios de último momento, Romina podría quedar pronto en libertad por haber cumplido los dos tercios de la pena que la Corte considera que es la más apropiada. Seguiría condenada, pero libre.
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