Tras el debate sobre el derecho de admisión en escuelas privadas –con la sanción de la ley que limita esa atribución–, un informe de la Defensoría del Pueblo de la ciudad pone de manifiesto las dificultades para conseguir vacantes en las establecimientos de nivel medio de la ciudad, especialmente en la zona sur, y la posible segregación de los alumnos repetidores, muchos de los cuales no son aceptados en los colegios donde asistían y son derivados compulsivamente a otros establecimientos. “No se está garantizando el derecho de esos alumnos a conservar la vacante en el mismo colegio, pese a que así lo establece el Reglamento Escolar vigente”, dijo el defensor adjunto, Gustavo Lesbegueris.

De acuerdo con un informe elaborado por la Defensoría, al que tuvo acceso Página/12, este año fueron reubicados 2665 alumnos secundarios, el 3,5 por ciento de la población dependiente de Educación Media y Técnica (liceos, bachilleres, comerciales y técnicas). El proceso de reubicación finalizó el 31 de marzo, es decir que esos alumnos empezaron a cursar entre dos y tres semanas después del inicio del ciclo lectivo. Más de la mitad de los chicos reubicados (el 53 por ciento) son inscriptos a primer año.

La reubicación de alumnos obedece por lo menos a dos causas: por un lado, la insuficiente cantidad de colegios en la zona sur de la ciudad y, por otro, la derivación de los alumnos repitentes, a quienes su colegio de origen les retiró la vacante.

“Hemos recibido denuncias que dan cuenta de que alumnos repitientes fueron derivados sin que ellos lo solicitaran a los Centros Regionales de Distribución de Vacantes –encargados de la reubicación—, donde les asignaron vacantes en escuelas situadas lejos de sus hogares y en turnos vespertino o noche”, comentó Lesbegueris a este diario.

Según el defensor adjunto, responsable del Area de Educación de la Defensoría, la derivación de alumnos repitientes se hace en función de la Disposición 047/07, que establece “un cupo máximo del 15 por ciento de reserva de vacantes para alumnos repitientes”. “Esa norma contradice el Reglamento Escolar (Resolución 4776/07), que establece que todo alumno repitiente tiene derecho a conservar la vacante en el establecimiento para continuar sus estudios, siempre que no solicite pase a otra unidad educativa”, apuntó Lesbegueris. Esa norma se inscribe en la política de “retención de la matrícula de alumnos secundarios”, impulsada en los últimos años en la ciudad.

Los datos del informe son corroborados por docentes, que relataron a este diario algunos casos. Como el de una escuela de Recoleta, donde una madre debió recurrir a la Justicia para lograr la inscripción de su hija de 18 años, a quien rechazaban porque “la madre es bastante problemática y la chica no muestra tener ganas de estudiar”. O el de un Comercial de Caballito donde “antes de resolver si admitían a un chico repetidor, averiguaron si había tenido sanciones el año pasado”.

El sistema de las escuelas medias porteñas cuenta con tres Centros Regionales de Asignación y Distribución de Vacantes. Uno de ellos envió el 25 de marzo un informe por vía jerárquica, donde se daba cuenta de que ya no había vacantes para ninguno de los tres turnos en 10 de los 21 distritos escolares. “Solicito se me instruya sobre el proceder ante el pedido de vacantes de alumnos provenientes de Villa Lugano, Villa Soldati, Nueva Pompeya, Villa Riachuelo, Mataderos, Liniers y Floresta”, clamó un funcionario.

El de Mataderos es un caso emblemático: “Hay sólo tres establecimientos públicos y doce privados”, señaló el defensor adjunto.

Al déficit de escuelas medias en la zona sur se agrega el problema de las repitencias. Es que esos distritos resultan desfavorecidos también en ese aspecto: en el 20 (Villa Soldati y Bajo Flores), el índice de repitencia es del 20,5 por ciento de los alumnos, superior al promedio de toda la ciudad, que es del 14,9 por ciento. Si se tiene en cuenta el cupo del 15 por ciento para repetidores, queda claro que en esa zona un 5 por ciento de los alumnos no encontrará lugar en sus colegios de origen.

El informe señala el caso de algunas escuelas que tienen mejor predisposición para recibir repetidores, lo que podría derivar en la “estigmatización de esos establecimientos”.

La Defensoría del Pueblo viene advirtiendo sobre la carencia de vacantes que afecta sobre todo a la zona sur, en los niveles inicial, primario y secundario. En inicial, 8305 niños quedaron en lista de espera y no pudieron concurrir a salas de jardín de infantes. El lunes, el ministro de Educación, Mariano Narodowski, presentó un plan de construcción de jardines que permitiría resolver la mitad del problema en tres años.

En primaria, un número no determinado de chicos debe concurrir a escuelas alejadas de sus casas porque no encontró lugar en la que correspondía a su domicilio. Según informó el Ministerio, 425 chicos son trasladados en un servicio de micros organizado por la ciudad. Pero muchos otros viajan por su cuenta. “Sólo en dos escuelas del distrito 11 (Flores) los padres de 365 chicos le reclamaron al Estado ser incluidos en ese servicio”, informó Lesbegueris a este diario.

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