Con Ariel Perretta de nuevo en su hogar, el caso de su secuestro deja planteadas numerosas incógnitas y, sobre todo, queda por detener al corazón de la banda de secuestradores. Por ahora, están presas las dos mujeres que estaban custodiando a Ariel en la casa del barrio Las Tunas, pero están prófugos los dos hombres que huyeron por el fondo en el momento que llegó la policía: “El Uruguayo”, padre y pareja de una de las mujeres, y un sujeto de apellido Muñoz, pareja de la otra mujer. El fiscal Marcelo Fernández pidió su detención, pero por ahora no se los pudo detectar. En la vivienda de Talar de Pacheco se encontraron varios teléfonos móviles y a partir de los datos que surjan de esos aparatos se especula con la posibilidad de tener un cuadro más completo de la banda que, como se sabe, se movía en forma celular, o sea que había muy poco contacto entre los que negociaban, los que hicieron el operativo de secuestro y quienes mantenían cautivo a Ariel.

Las preguntas que se plantean en el caso, y sus probables respuestas, son las siguientes:

1 ¿Quedó desarticulada la organización de secuestradores?

La banda recibió un golpe de importancia, pero no quedó desarmada totalmente, porque sus principales integrantes siguen en libertad. El fiscal y los investigadores encabezados por el ministro Carlos Stornelli, el subsecretario de Investigaciones Paul Starc y el jefe de investigaciones de la Bonaerense, Sergio Vargas, afirman que en las próximas semanas podría haber nuevas órdenes de captura. La buena noticia es que Ariel está libre y, por ahora, la mala es que la banda está golpeada, pero en la calle, aunque más bien huyendo.

2 ¿Cómo se consiguió la liberación de Ariel?

Lo fundamental fue la llamada al 911. Es más, a la casa del barrio Las Tunas concurrieron apenas cuatro policías, lo que indica que ni siquiera tenían la esperanza seria de encontrarse con Ariel allí. Eso es lo que posibilitó que los dos integrantes de la banda, el Uruguayo y Muñoz, se escaparan por los fondos. Los investigadores igual sostienen que la pesquisa se concentraba en esa zona, tanto por algunos datos surgidos de las comunicaciones como por elementos de otra naturaleza. Lo cierto es que sin la llamada al 911, Ariel estaría aún cautivo.

3 ¿Cuántos detenidos hay?

Quedan cinco. Tres capturados antes de la liberación, incluyendo al representante de grupos musicales Gustavo Zayago. El fiscal decidirá en los próximos días si los deja en libertad o encuentra algún vínculo con la banda de secuestradores. Los tres integrantes de la familia Coviello, viejos conocidos de los Perretta, pero señalados por los padres de Ariel como sospechosos, quedaron en libertad la semana pasada y, según todo indica, no tienen vinculación con el secuestro. El fiscal sí analiza la posibilidad de que Zayago o alguien relacionado con él hayan entregado a Ariel, aunque la duda del fiscal ya indica que los elementos no son contundentes.

4 ¿Es cierto que Hernán Iannone será llevado a la casa de Las Tunas para determinar si también estuvo secuestrado allí?

Es casi seguro. Hoy, la causa Iannone es instruida por el fiscal Jorge Sica. Por la descripción que hizo Hernán, la casa de Las Tunas podría ser el lugar donde también él estuvo recluido. Entre los investigadores existe la convicción de que la voz que negoció por Ariel fue la misma que negoció por Iannone y Elvio Andreola.

5 ¿Hay policías o ex policías en la banda?

Ayer, el gobernador Daniel Scioli dijo que no lo sabía. En la fiscalía no lo descartan. El punto de conexión está en el caso del secuestro del agenciero de autos Luis Orsomarso. Aunque en ese expediente hay cinco detenidos, entre ellos el hombre que negociaba, existen datos de que integrantes de aquella banda también tuvieron que ver con el secuestro de Perretta. Y también hay indicios de que en el caso Orsomarso actuaron uno o dos suboficiales de la Bonaerense, según parece exonerados.

6 ¿Se sabe realmente quién llamó al 911?

Sólo son especulaciones y todas las posibilidades están abiertas. Desde un vecino que realmente vio cosas raras hasta algún integrante de la banda que se peleó con los demás, alguno que quería dejar la banda o un miembro de otra banda que quería sabotear el plan de ésta. Página/12 dialogó con las máximas instancias de la investigación y, en privado, admiten que la llamada es un misterio.

7 ¿Cómo queda ahora la llamada industria del secuestro?

Lo cierto es que hubo un solo caso de importancia en 2006 –Iannone–, otro en 2007 –Andreola– y el caso Perretta en 2008. Como se ve, es una modalidad delictiva casi en desaparición, a diferencia de lo que ocurre en México, Colombia o Brasil. A eso se suma que la liberación de Ariel convirtió en fallida la intentona. Si el caso Perretta hubiera sido exitoso para los secuestradores, el mensaje habría sido peligroso y tal vez se hubieran sumado nuevos candidatos al “negocio”. El desafío que le queda a los investigadores judiciales y policiales no es menor: detener a la cabeza de la organización.