Los alumnos de la Escuela de Educación Media 18 Alberto Larroque protagonizaron ayer una protesta en reclamo de la conexión de gas en el establecimiento, inaugurado el 22 de abril pasado por el ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski. “Estábamos en otro colegio que no tenía luz, agua, ni gas y se inundaba cuando llovía, y ahora nos mudamos a un edificio nuevo, pero que tampoco tiene gas y también se inunda los días de lluvia”, describió a PáginaI12 Bárbara, alumna de 1º año, en la puerta del establecimiento. A pocos pasos, dos empleados de Metrogas rompían la vereda para determinar si el establecimiento cuenta con un caño de conexión del fluido. “Tenemos la promesa de que pronto van a instalar el medidor de gas”, contó Jesica, de 5º año e integrante del centro de estudiantes. “Sólo a partir de los cortes de (la avenida) Gaona logramos que nos escucharan y prestaran atención”, agregó la alumna-manifestante.

En el colegio el tiempo se tornó frío y el sol muy pálido no ayudó demasiado a soportar la pasada ola de frío polar. “Fue horrible el frío en las aulas”, recordó (aún enojada) Ingrid, de 3º año. Su compañera Bárbara ilustró: “Estábamos abrigados con camperas, gorros de lana y bufandas, pero el frío se sentía y no se podía estudiar así”. Así tiritando tomaron apuntes en sus carpetas –relataron– y escucharon al profesor de turno brindar la clase. Durante una manifestación en la avenida Gaona al 4500, un grupo de estudiantes preguntaba retóricamente en un cartel blanco “Escuela nueva, ¿sin gas?”. Semanas atrás, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, admitió que al menos 50 escuelas iban a tener problemas con la calefacción durante el invierno.

Ubicada en Morón 4149 (en la esquina de Gualeguaychú), en Floresta, la edificación “además no cuenta con electricidad en la sala de informática”, agregó Yamir, alumno de 5º año e integrante del centro de estudiantes del Larroque. “Tenemos 20 computadoras donadas por Madres del Dolor y no las podemos usar, porque no hay electricidad en la sala de computación”, agregó Jesica.

Las autoridades del colegio (con una mordaza, debido a una resolución de la Dirección de Educación de la Ciudad que obliga a los docentes y directivos a derivar las consultas periodísticas a esa dependencia) no pudieron manifestarse sobre las condiciones edilicias del establecimiento. “La rectora dice que transmitan sus dudas a las autoridades de Educación”, fue la escueta respuesta de la portera del colegio.

La Defensoría del Pueblo de la ciudad denunció el problema en marzo. “Este es un caso ilustrativo de la problemática de infraestructura escolar que afecta a las condiciones de enseñanza y aprendizaje de muchos establecimientos y de la falta de respuesta que reciben de parte de las autoridades, pese a la emergencia edilicia y el importante presupuesto con que cuenta el gobierno porteño”, remarcó ante PáginaI12 el ombudsman adjunto Gustavo Lesbegueris, a cargo del aérea Educación de la Defensoría. El 11 de marzo pasado, tras un pedido del defensor adjunto, el director general de Infraestructura de Educación, Néstor Gasparoni, respondió que “los trabajos de obra se encuentran prácticamente terminados, quedando pendiente el ingreso del ascensor, la conexión definitiva a la calle de gas y observaciones menores”. Para Lesbegueris “no se aprovechó el receso escolar de verano para llevar a cabo obras de infraestructura, como las de gas, pero sí para otras menores de pinturería y albañilería”.

Informe: Esteban Vera.