El empresario Cayetano José de Pascale, quien había sido secuestrado el sábado anterior en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, fue liberado sano y salvo, luego de que su familia pagara 145.000 pesos de rescate. La liberación ocurrió ayer a las 2.30, cerca del Puente La Noria, en Lomas de Zamora, en el límite con la Capital Federal. El hijo de la víctima pagó el rescate cerca del Mercado Central, en La Matanza. Sebastián Basso, el fiscal federal de Morón a cargo de la causa, se encargó personalmente de ir a buscar a la víctima al lugar donde lo dejaron, acompañado por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza. Una fuente policial le dijo a PáginaI12 que la banda autora del hecho, cuyos integrantes siguen prófugos, sería la misma que participó, en julio de 2007, en el secuestro extorsivo del empresario Antonio Massa, ocurrido en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi.

Fuentes de la investigación dijeron que durante el breve contacto que mantuvo con el fiscal, De Pascale le contó que durante el cautiverio estuvo “bien alimentado, recibió buen trato y que no pudo ver a nadie porque siempre lo mantuvieron con los ojos vendados”. El médico policial que revisó a De Pascale en la DDI de La Matanza lo encontró “en óptimas condiciones de salud”. De todas maneras, como hace unos años sufrió un derrame cerebral, la familia del empresario “decidió internarlo en una clínica privada para hacerle un chequeo completo”.

El operativo para el pago del rescate comenzó cerca de las 22 del jueves, cuando los captores se comunicaron con el hijo y con el abogado de la víctima, quienes cumplieron el rol de negociadores. Primero preguntaron cuánto dinero habían logrado reunir para el rescate y luego hubo otros tres llamados hasta que los miembros de la banda aceptaron recibir los 145 mil pesos que les ofrecieron. El lugar de entrega pactado fue una villa cercana al Mercado Central, en La Matanza.

Los secuestradores hicieron las llamadas extorsivas desde teléfonos públicos ubicados cerca de las terminales ferroviarias de Constitución, Retiro y Once. Al parecer, según dijeron fuentes policiales, desde lugares similares se hicieron los contactos en el caso del empresario Antonio Massa. Mientras se hacían las llamadas por el caso De Pascale, la División Antisecuestros de la Policía Federal trató, en forma encubierta, de localizar al negociador de la banda, pero no lo pudo hacer.

“Los delincuentes no hicieron el clásico sistema de postas que suelen hacer las bandas más organizadas. El pagador fue al lugar indicado y allí recibió la orden de arrojar el dinero detrás de un paredón del Mercado Central”, explicó una fuente de la investigación.

El pago se hizo a la medianoche y dos horas y media después De Pascale fue liberado en la zona de Puente La Noria. La policía hizo una serie de rastrillajes y operativos, pero hasta anoche no había detenidos.

De todos modos, habría datos precisos de la banda. “Cometieron errores, tenemos pistas firmes. No son profesionales, pero tampoco improvisados. Estamos confiados en que en breve tendremos novedades”, dijo una fuente policial. Antonio, un amigo de la familia del empresario liberado, ayer pegó carteles en la puerta de la fábrica de De Pascale, en Aldo Bonzi, para agradecer a los vecinos por el apoyo brindado a la familia durante la semana que duró el secuestro. “Cayetano está bien y hasta me hizo una broma. Me dijo: ‘Sólo me tomé una semana de vacaciones’.” La fábrica de guantes de De Pascale está en Defensa 2300 de Aldo Bonzi.

Las sospechas de los investigadores se orientan hacia la banda que secuestró, en julio de 2007, al empresario Massa, en Lomas de Zamora. “En los dos casos operaron de la misma manera, hicieron los llamados de lugares similares y es posible que hayan actuado, por parte de la banda, los mismos negociadores”, le comentó a este diario una fuente policial. Se dijo, además, que los supuestos responsables del secuestro de Massa están con orden de captura, lo que confirma que están identificados.

Otra coincidencia sería la sospecha firme de que los miembros ejecutores del secuestro de De Pascale, es decir aquellos de menor jerarquía dentro de la organización delictiva, serían de barrios que también aparecieron señalados en el caso Massa. Los investigadores policiales no descartaban la posibilidad de que, en la operación, haya participado algún miembro o algún ex integrante de alguna fuerza de seguridad. Todo hace suponer que para secuestrar a De Pascale, un empresario de nacionalidad italiana, se realizó un trabajo de inteligencia previo.

Luego del secuestro, el auto de De Pascale apareció en el cruce de El Zorzal y Cosquín, del barrio porteño de Liniers. Al principio, los delincuentes se comunicaron con la familia para exigir el pago de un rescate de 400 mil pesos.