SOCIEDAD › RECLAMOS POR MAYOR SEGURIDAD TRAS EL FATAL ROBO DE MARTíNEZ
Familiares, amigos y vecinos de Martínez convirtieron el sepelio de Ernesto Mata en un acto de reclamo por “justicia y seguridad”. Hubo quejas contra el accionar policial. A la noche, un grupo golpeó cacerolas frente a la residencia presidencial de Olivos.
Durante el sepelio de Ernesto Mata, el comerciante asesinado el miércoles en un asalto en el que también murieron tres de los delincuentes, se prolongaron los reclamos por “justicia y seguridad”. Hasta se hizo una marcha frente a la residencia presidencial de Olivos. Manuel Mata, hermano de la víctima, reveló ayer que los ladrones se habían llevado 40 mil pesos, al tiempo que estimó que los autores son los mismos que hace siete meses “lo agarraron (a Ernesto Mata) cuando iba a correr y lo metieron adentro de la casa. Para mí, son esos tipos. Ahora se ensañaron con él”. En el sepelio se escucharon críticas al accionar policial, por la violencia que tuvo el enfrentamiento con los ladrones y que terminó también con la muerte de la víctima del robo. El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, elogió en cambio la rapidez con la que actuó el personal y si bien lamentó la muerte de Mata, opinó que “la policía salvó la vida de la chiquita”, en alusión a la hija adolescente del comerciante, que había sido tomada como rehén durante los hechos en la casa familiar de Martínez (ver aparte).
Manuel Mata, al llegar al lugar del sepelio, le dijo a la prensa que su hermano no se resistió al asalto y que les había entregado 40 mil pesos, más algún “cambio chico”, a los ladrones. La policía identificó a dos de los tres hombres que murieron durante el hecho. El supuesto líder de la banda era Darío Víctor Buera, de 28 años, que tenía “una pistola calibre 45 robada al Ejército”. El otro identificado fue Julián Pablo Gómez, de 40 años. Buera tiene antecedentes penales desde 1999. Había salido de la prisión en septiembre del año pasado, mientras que Gómez estaba en libertad bajo palabra concedida por un tribunal oral de Morón.
Ambos eran vecinos de los monoblocks de la calle Jufre, en la localidad bonaerense de Villa Tesei, partido de Hurlingham. El tercer ladrón muerto sólo fue señalado como Rubén. Tenía entre 25 y 35 años y vivía en el partido de General Sarmiento. La Policía Científica trabaja ahora con una serie de huellas que fueron levantadas de las cinco armas secuestradas a los delincuentes y de la casa de los Mata, para poder identificar a los dos ladrones prófugos con el AFIS, la base de datos de impresiones dactilares de personas con antecedentes penales.
El fiscal del caso, Ariel Apolo, supervisará hoy el peritaje balístico que determinará si el proyectil 9 milímetros que asesinó a Mata y que fue extraído de su cráneo fue disparado por los delincuentes o por los policías. Una versión dijo que un perito le informó al fiscal que por las características del estriado (las marcas que quedan en la bala luego del disparo) podría ser de un arma marca Bersa. Se dijo, también, que los policías tenían pistolas marca Astra y Browning.
Centenares de personas concurrieron al sepelio y acompañaron el cortejo fúnebre, que hizo una parada en el local de ropa que tenía la víctima. Se escucharon aplausos, reclamos de “justicia y seguridad” y también se pidió la renuncia de las autoridades de la comisaría 2ª de Martínez, que intervino en el caso. Luego se hizo una marcha por la calle Alvear hasta la avenida Santa Fe, en la zona comercial de Martínez. Por la tarde hubo otra concentración, con velas y “cacerolazo”, en la residencia de Olivos.
Mata fue asesinado el miércoles, a las 21, cuando llegaba a su casa de Libertad 723, en Martínez. Fue interceptado por cinco delincuentes armados, tres de los cuales lo obligaron a entrar en su casa, donde estaba su familia. La hija de Mata escuchó desde el baño lo que pasaba y llamó al 911. Por eso, cuando salieron de la casa, los ladrones se encontraron con dos móviles policiales. Los dos ladrones que se habían quedado afuera lograron escapar, mientras que los otros tres tomaron como escudo humano a la hija de Mata. Allí comenzó el tiroteo y la sucesión de muertes. La adolescente pudo escapar hacia el lado donde estaban los policías. Mata salió a los gritos en defensa de su hija y recibió un tiro en la cabeza. Once horas después falleció.
El velatorio de Mata se hizo en Maipú 4152. Concurrieron, entre otros, Juan Carlos Blumberg, el padre de Axel, asesinado durante un secuestro, y Raquel Witis, cuyo hijo Mariano fue matado por la policía cuando era rehén en un asalto. Raquel Witis cuestionó el accionar policial: “¿Por qué no se rodeó la manzana y no se negoció sabiendo que había rehenes?”. Ahora falta saber de qué arma salió el disparo mortal.
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