SOCIEDAD
Tras el pago del rescate, fue liberado el profesor
Estuvo tres días en poder de sus captores y después de que su familia pagara unos 150.000 pesos, Juan Carlos Spelzini volvió ayer a su casa. La policía contó que lo maltrataron “con golpes y amenazas”. También ayer, se detuvo a una banda que habría actuado en varios casos, entre ellos el de Milito.
Después de haber pasado casi tres días encerrado en un punto desconocido de la provincia de Buenos Aires, Juan Carlos Spelzini, el profesor de 37 años que había sido secuestrado el lunes por la noche cerca de su casa de El Talar de Pacheco, en Tigre, fue liberado ayer por la mañana en Zárate. Fuentes de la investigación confiaron que por el rescate su familia habría pagado una suma cercana a los 150 mil pesos, la mitad de lo que exigían en un principio los captores. Por su parte, en diálogo con Página/12 Aníbal Degastaldi, a cargo de la Delegación de Investigaciones (DDI) de San Isidro, detalló que durante los días de cautiverio los secuestradores, no menos de 4, “maltrataron con amenazas y golpes” a Spelzini y que no se trató de un secuestro al voleo sino que “fue planeado con mucho cuidado”. Hoy se espera que Spelzini declare ante la Justicia, mientras recibe atención psicológicaporel maltrato recibido.
“La familia pagó el rescate y (Spelzini) fue liberado. La cifra del rescate no la voy a decir, sólo puedo decir que se trató de una suma importante de dinero”, sostenía ayer a la mañana el comisario Degastaldi, en una improvisada conferencia de prensa a la salida de la DDI. Apenas unas horas antes, a las 7.15, el profesor de Tecnología de tres colegios industriales de la zona norte regresaba a su casa de dos plantas de Islas Orcadas al 1300 a bordo de un remís, luego de ser liberado sano y salvo en el partido de Zárate. En realidad, lo de sano y salvo es una forma de decir ya que, según declaró Degastaldi, el hombre fue víctima de golpes leves, insultos y hasta amenazas de muerte que derivaron en una situación psicológica del profesor “muy mala”, según las palabras del titular de la DDI. “Aunque no lo lastimaron, el trato físico fue malo y el psicológico peor”, sintetizó.
En concreto, el hecho tuvo lugar a partir de las 9 de la noche del lunes, cuando Spelzini transitaba por Pacheco con su Peugeot 206, luego de un día entero de dictado de clases. A escasos 200 metros de su casa, fue sorprendido por dos autos que se le cruzaron en el camino. “Eran unos 4 delincuentes, pero creemos que la banda está compuesta por más personas”, aseguró Degastaldi. Esa misma noche su esposa recibiría el primer llamado extorsivo: le exigían el pago de 300 mil pesos al contado, en un sitio a acordar y con la exigencia excluyente de que no denunciara el caso a la policía. “La familia negoció en forma particular. Como no hubo denuncia, debimos actuar de oficio”, confirmó Degastaldi, y detalló que la suma, que según fuentes de la investigación rondaría los 150 mil pesos, fue reunida por la familia del profesor. “Es una familia de trabajadores. Se solidarizaron entre todos para pagar el rescate”, comentó.
Ante la consulta de este diario acerca de una posible relación entre este caso y el robo de 80 mil dólares que sufriera un tío financista de Spelzini el año pasado también en Pacheco, el titular de la DDI indicó que “no se descarta esa hipótesis”, aunque sí desestimó cualquier relación con el secuestro aún no resuelto del empresario Diego Lobeto. Respecto del curso que sigue la investigación llevada a cabo por la DDI de San Isidro y la Brigada Antisecuestros de la Policía Bonaerense, Degastaldi sostuvo: “Suponemos que hubo un muy buen trabajo de inteligencia previa de parte de los captores”. “Esta es una banda organizada, muy bien estructurada que no ha trabajado al voleo, como dicen ahora”, manifestó.
Mientras se espera para hoy la declaración de Spelzini ante el juez Federal de San Isidro Conrado Bergesio, anoche los investigadores se encontraban realizando procedimientos en la zona norte del conurbano en busca de los secuestradores. “Estamos esperando a que la víctima declare para tener más indicios del lugar donde estuvo cautiva”, concluyó Degastaldi.
Informe: Darío Nudler.