Ella, de 15 años y prima del futbolista Damián Manso, de Newell’s, inventó haber sido secuestrada para no confesar a sus padres que había faltado a la escuela para ver a su novio. El, de 58 y ex funcionario del gobierno boliviano, también inventó haber sido víctima de un secuestro, pero para no contarle a su esposa cómo había derrochado sus ahorros en el casino de Puerto Madero. Ambos casos fueron descubiertos ayer por la policía y parecen consolidar otra variante de los secuestros fraguados: los inventados sobre la marcha y exentos de todo pedido extorsivo.
En el caso de la adolescente rosarina, que alcanzó a tener repercusión pública, la chica aseguró a su padre haber sido raptada el lunes por el lapso de 4 horas, cuando se dirigía entusiasmada al colegio en Saladillo. Contó que en el trayecto tres hombres a bordo de un auto la secuestraron y le exigieron dinero, ya que sabían de su parentesco con el futbolista. Sin embargo, como su apellido es Manzo y no Manso, juró haberlos convencido con el documento de que se habían equivocado, por lo que éstos optaron por dejarla en libertad. “Fue una mentira. Chequeamos la información que ella daba y descubrimos que era totalmente falsa”, aseguró el comisario de la seccional 11ª de Rosario.
Por otra parte, el ex funcionario del gobierno de Bolivia terminó siendo demorado anteanoche por la Policía Federal en el barrio de Núñez, luego de haber denunciado que un grupo de encapuchados lo había secuestrado durante 24 horas. Los agentes descubrieron que en realidad el hombre había despilfarrado varios miles de dólares destinados a una operación quirúrgica que debe realizarse su hija.