SOCIEDAD › EL DOBLE CRIMEN DEL UNICENTER ESTá VINCULADO CON UN GRUPO NARCO PARA MILITAR DE COLOMBIA
Uno de los muertos en el estacionamiento del shopping fue lugarteniente de un líder paramilitar vinculado con la droga. Al parecer hubo una traición y ahora llegó la venganza. En la casa de los narcos en el country de Pilar había credenciales del ejército colombiano.
› Por Raúl Kollmann
Uno de los colombianos asesinados en el shopping Unicenter el jueves pasado resultó ser el lugarteniente de Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, uno de los líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la organización paramilitar dedicada al tráfico de drogas. Macaco estaba preso en la cárcel de Itaguí, cerca de Medellín, pero hace sólo dos meses fue extraditado a Estados Unidos. Héctor Duque Ceballos, Monoteto o El Tetudo, habría traicionado a Macaco y éste lo mandó matar, buscándolo primero en Venezuela, luego en Brasil y, desde hace tres meses, en la Argentina. Un hallazgo de los fiscales Jorge Apolo y Diego Grau permite corroborar las revelaciones hechas en Colombia: en la casa del country Ayres del Pilar, los investigadores encontraron credenciales militares colombianas. PáginaI12 accedió también a información exclusiva sobre la pericia balística del doble homicidio de Unicenter. Los peritos señalaron que los asesinatos se cometieron con dos pistolas calibre 40, lo que significa que, o bien hubo dos killers, o uno solo que disparó con las dos pistolas. Las imágenes de las cámaras de seguridad del shopping, como ya es casi habitual, no tienen nitidez y no aportaron elementos a la investigación.
Según reveló el diario El Tiempo de Bogotá, el más importante de Colombia, Monoteto era uno de los tres hombres de confianza de Macaco y estuvo a cargo de varias haciendas en Antioquia y manejó las finanzas y la comercialización de una especie de banda llamada La Cordillera, integrada por narcos que revistaron en las fuerzas paramilitares.
De acuerdo con las fuentes de inteligencia citadas por El Tiempo, Héctor Edilson Duque Ceballos, es decir, Monoteto, estuvo bajo las órdenes de El Gordo, el jefe de la red de sicarios de la organización. El Gordo está prófugo y, por lógica, es posible que haya estado detrás del doble crimen de Unicenter. Monoteto, además, fue creciendo dentro de La Cordillera a raíz de la captura en octubre pasado de Fernando Matéus Morales, Paquita Gallego, uno de los correos humanos que utilizaba Macaco desde la cárcel de Itaguí.
El análisis de los voceros colombianos es que Monoteto traicionó a Macaco, aunque no se precisa de qué manera. Eso motivó una especie de caza del narco fusilado el jueves en la Argentina. Según parece, Monoteto huyó a Venezuela, de allí a Brasil y vino al país hace tres meses. Como se sabe, los narcos alquilaban un departamento en Puerto Madero y vivían en una casa del coutry Ayres de Pilar.
La Dirección de Migraciones, a pedido de los fiscales, estudió la forma en que entró al país cada uno de los tres colombianos protagonistas de los hechos de Unicenter. Los dos muertos tenían pasaportes falsos. Ahora, por las revelaciones hechas en Colombia, se sabe que uno de ellos es Duque Ceballos, alias Monoteto, pero no está claro quién es el otro. En principio se trataría de Jorge Alex Quintero Gartner, pero como el pasaporte es falso, también puede serlo su identidad. Por de pronto, ni Duque Ceballos ni Quintero Gartner entraron en el país en forma legal. Los sellos de Migraciones encontrados en sus pasaportes falsos son también truchos. Es más, los fiscales Apolo y Grau habrían encontrado los sellos en el allanamiento del country de Pilar. El único que entró a la Argentina en forma legal es el sobreviviente, Julio Andrés Jiménez Jaramillo. Lo hizo como turista y transcurridos los 90 días pidió una prórroga. Todo indica que, como señalan desde Colombia, los narcos ex paramilitares estaban en la Argentina, como mínimo, desde principios de año.
Las hipótesis sobre el doble asesinato de Unicenter son varias y, aunque se echó a rodar una serie de versiones, la investigación se maneja ahora muy reservadamente. No faltan quienes pronostican inminentes detenciones.
- La versión colombiana es que Monoteto traicionó a Macaco y los sicarios de éste lo buscaban para matarlo. En ese caso, el origen del homicidio sería una confrontación en Colombia, no sus actividades en la Argentina.
- Varias fuentes policiales bonaerenses sostuvieron, en cambio, que el asesinato tuvo que ver con la caída de un grueso cargamento de cocaína, 470 kilos secuestrados en Avellaneda. También se menciona el asesinato de dos colombianos que fueron descuartizados y dejados dentro de una camioneta en La Tablada. Eso ocurrió en febrero pasado.
- La tercera variante también surgió de fuentes colombianas. Se dice que Monoteto estaba trabajando en la apertura de una nueva ruta para la droga en combinación con miembros del Cartel de Oaxaca, México. Esto podría relacionarse con el hallazgo de un laboratorio en Castelar y la detención allí de nueve mexicanos.
Lo cierto es que, por una u otra razón, a Duque Ceballos y el presunto Quintero Gartner los mataron con balazos que, según las pericias balísticas, salieron de dos pistolas distintas, ambas calibre 40. Como las imágenes de las cámaras de seguridad del shopping no tienen claridad y tampoco son fiables los testimonios, no queda claro hasta ahora si el crimen fue perpetrado por un hombre que usó las dos pistolas o por dos sicarios. Según los expertos, no es descabellado que un killer use dos pistolas, precaución que suelen tomar por si una de las armas falla. En fuentes judiciales y policiales, sin embargo, no descartan ninguna de las dos alternativas. Podría haber sucedido que el sicario llegó en una moto conducida por otro sujeto, les disparó a los dos colombianos y luego se fue caminando hasta otra entrada donde lo estaba esperando el mismo motorista. La otra alternativa es que hayan actuado dos sicarios y, por lo tanto, hubo casi seguro un tercer participante en la operación que esperaba en un vehículo o moto. En cualquiera de las variantes, llamó la atención la saña, por cuanto el o los homicidas remataron a sus víctimas en el piso y lo que parece seguro es que los sicarios vinieron del extranjero, probablemente de Colombia.
Un interrogante que queda flotando en el aire es el que tiene que ver con el colombiano sobreviviente del ataque en Unicenter: Julio Andrés Jiménez Jaramillo. No faltan quienes creen que actuó como entregador y que conoce perfectamente a los asesinos. Pero eso es parte de la investigación que ahora llevan adelante los fiscales Apolo y Grau.
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