SOCIEDAD
› SE INICIO UN JUICIO ORAL AL MUSICO EN MENDOZA
Todo es mentira, canta Charly
Esta vez no hizo bromas ni intentó provocar a nadie. “Soy totalmente inocente”, se limitó a decir Charly García ante los jueces mendocinos, en la primera jornada del juicio oral y público que se le sigue por presuntas lesiones contra una empleada de un bar donde el cantante había ido a tocar y a tomar algo la noche anterior al famoso “clavadito” que hizo desde el noveno piso del hotel donde se hospedaba, en marzo del año 2000. Para hoy se espera la sentencia. De ser hallado culpable, podría ser condenado a un año de prisión en suspenso.
La segunda Cámara del Crimen de Mendoza inició ayer el juicio oral y público contra Charly García por presuntas lesiones, a raíz de los incidentes producidos en marzo del 2000, cuando tras su exitoso recital del ciclo “Argentina en Vivo” –junto a Mercedes Sosa–, el cantante se dirigió con un grupo de amigos al bar “La Reserva”, en el centro de la ciudad. Allí, tras tocar algunas canciones, se disponía a retirarse del bar cuando fue interceptado por Gladys Navarro quien, al intentar pedirle un autógrafo para su hijo, tropezó y le arrojó accidentalmente un vaso en la cara al cantante, lastimándolo levemente. A partir de allí todo se vuelve confuso ya que mientras la denunciante dijo, en su declaración a la Justicia que, tras la salpicadura, Charly le tocó un seno y la agredió con una silla, el cantante sostuvo su inocencia y agregó que “la gorda ridícula que me tiro el vaso, encima, dice que la abusé cuando no la abusaría ni sexual ni intelectualmente”.
Aún con final abierto este juicio se suma a una serie de episodios muy promocionados que el músico protagonizó en la provincia cuyana, que parece inspirarlo. Sin dudas, el más recordado fue el “clavado” que el cantante hizo al tirarse desde la ventana del noveno piso del hotel Aconcagua directo a la pileta del complejo, de la que salió caminando, como si nada. “Desde chico siempre quise volar, pero me lo impidió la ley de gravedad. Ahora estuve practicando y ya vieron los resultados”, dijo Charly en esa época. No fue el único antecedente. Años antes, en el mismo hotel de la proeza circense, Charly había escrito su clásico “Demoliendo hoteles”, mientras arrojaba televisores por la ventana y rompía cuanto objeto se ponía en su camino.
Si su buena racha en los tribunales se mantiene, Charly puede tener esperanzas de que todo salga bien. Un año atrás fue absuelto por la causa iniciada por “resistencia a la autoridad” en un encontronazo que protagonizó con un comisario de Ituzaingó cuando fue a buscar a su novia que se había refugiado en la comisaría. Y en febrero pasado volvió a ser absuelto, esta vez de una presunta agresión a periodistas a quienes les tiró objetos desde su ventana.