SOCIEDAD
› UNA FALSA BOMBA CONTRA EL ESTUDIO DE ARGIBAY MOLINA
Dinamita trucha por correo
“Si fue un chiste fue de muy mal gusto, si fue un mensaje... la verdad es que no sé cómo interpretarlo porque causas complicadas tenemos siempre”, dijo el abogado Mariano Goyeneche Argibay, destinatario del paquete sospechoso que anteayer llegó al estudio que su tío Pablo Argibay Molina y asociados poseen en el barrio de Retiro. El envoltorio estaba a su nombre y tenía remitente del directorio de una compañía de seguros. Goyeneche Argibay lo abrió y se encontró con tres cilindros con la inscripción “dinamita”, cables y un reloj digital sin detonador ni mecanismo para activarlo que resultaron ser una imitación de una artefacto explosivo.
Goyeneche Argibay es uno de los abogados defensores del peluquero Miguel Romano y anteayer no se encontraba en su oficina cuando, alrededor de las 12.45, un paquete “muy prolijamente envuelto” llegó al estudio, ubicado en el sexto piso de la avenida Santa Fe 1291. Dos horas después, la secretaria de Goyeneche recibió un llamado que supuestamente provenía desde la compañía para confirmar si “el obsequio” había llegado.
“Era una caja de cartón azul muy arreglada y lo que tenía adentro parecía ser una imitación de un reloj digital. No me pareció peligroso, si me hubieran querido hacer algo, hubiera sido inmediato, como lo de Rafael Cúneo Libarona”, explicó Goyeneche Argibay en referencia al hermano del abogado Mariano Cúneo Libarona, que el lunes último recibió una carta bomba en su estudio jurídico y sufrió lesiones en una mano.
De cualquier manera, “haya sido un chiste de mal gusto o un primer mensaje, decidimos dar intervención inmediata a la policía”, señaló. Más tarde, peritos de la Brigada de Explosivos del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal determinaron que se trataba de “una muy buena imitación de un artefacto explosivo que se vende en el mercado de los chascos”.