SOCIEDAD
Un secuestro que termina bien, pero con varios “puntos oscuros”
Ayer fue liberado el empresario Claudio Balsano, del que se supo que fue secuestrado el miércoles. No se pagó rescate y se investiga su relato, porque resulta “poco habitual”.
Claudio Balsano, el abogado y empresario de San Justo cuyo secuestro había sido denunciado el miércoles, regresó con su familia luego de ser liberado, en la madrugada de ayer, en la localidad bonaerense de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero. Fuentes de la división Delitos Complejos de la Policía Bonaerense, al confirmar la novedad a Página/12, sostuvieron que “no se pagó rescate alguno” y que “fue fundamental la presión que la fuerza desplegó sobre los captores”, aunque los efectivos tuvieron que actuar de oficio porque la familia no había realizado la denuncia. Otras fuentes allegadas a la causa informaron, por su parte, que ni la policía ni el juez federal de Morón Jorge Rodríguez han dado por cerrada la investigación del caso. Se presume que la semana próxima se producirían novedades que permitirían “el total esclarecimiento del hecho”, considerado por las fuentes como “de características poco habituales”. La semana próxima se producirían “sorpresas” porque existen “algunos puntos oscuros” en el relato que hizo la víctima.
Balsano, según confirmó a este diario el comisario Angel Casafús, de la División Delitos Complejos, fue encontrado sano y salvo en una estación de servicio ubicada en el cruce de la avenida Márquez y la calle Primera Junta. La aparición del hombre se produjo cerca de las dos de la mañana de ayer y aunque tenía “algunos raspones”, su estado de salud era bueno. Casafús eludió dar mayores precisiones sobre el caso en virtud del secreto de sumario y de la negativa familiar a dar publicidad el caso.
Fuentes cercanas a la investigación judicial aseguraron que “no se pagó ningún rescate”, pese a que los captores, que habían llamado varias veces a la familia, habían exigido un rescate de 200 mil pesos. Según Balsano, los secuestradores lo mantuvieron todo el tiempo en el interior de un automóvil. El hombre tendría algunos raspones en el tórax, pero al parecer fueron producto de las condiciones en que vivió durante los días de encierro y no por golpes.
La policía, que actuó de oficio, seguía investigando por orden del juez Rodríguez, ya que “todavía existen puntos oscuros del caso, que es atípico, y que podría tener derivaciones que permitirían su total esclarecimiento durante la semana próxima”, adelantó una fuente de la investigación judicial. Luego de la aparición, Balsano se refugió en la casa de un familiar, en Ramos Mejía. El hombre trabaja como abogado y tiene “un pequeño comercio de venta de rulemanes para automóviles”. Las fuentes aclararon que “no se trata de un empresario, como se dijo, ya que el comercio es apenas más grande que un kiosco”.
También se aseguró que “sería falsa la versión que indicaba que había sido miembro de la intervención federal en Corrientes” durante el gobierno de Carlos Menem. Una fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense ratificó que Balsano, de 40 años, fue encontrado “en perfecto estado de salud, tanto física como psíquica, y ya se encuentra en su domicilio tras haber sido atendido por los médicos para constatar que estuviese en buenas condiciones”. Algunas versiones insistieron anoche que se había pagado un rescate, pero la información fue desmentida en forma terminante por todas las fuentes oficiales consultadas por este diario.
El comisario Casafús, en persona, concurrió al lugar en donde fue encontrado Balsano, cuyo secuestro se había producido el miércoles al salir de su casa, en la calle Presidente Perón 1415, en la localidad de San Justo. En esos momentos se dirigía al comercio de rulemanes, ubicado a tres cuadras del domicilio, en Ruta 3 y Perón. Esa noche, los secuestradores dejaron una nota debajo de la puerta de la casa de un socio de Balsano. Por la carta pedían el rescate de 200 mil pesos, ratificado luego en varios llamados telefónicos. Balsano es separado y tiene un hijo.