El cura Julio Grassi deberá desvestirse frente a un médico para someterse a una pericia con el objetivo de corroborar la descripción de su cuerpo que hicieron las presuntas víctimas de abuso sexual y corrupción de menores, en el juicio que le sigue el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Morón. Su defensa aceptó que Grassi se haga el examen, ya que consideró que “los puntos que ordenó el tribunal no son vejatorios ni humillantes para su defendido”. Sin embargo, el propio acusado sí las consideró como tales: “Estoy tranquilo; me molesta, no me gusta porque es una humillación innecesaria, pero (con ese examen) se va a demostrar que son mentiras determinados aspectos (denunciados por los víctimas)”, expresó.

Es que para el sacerdote sospechado de cometer 17 hechos de abuso y corrupción de menores, “es obvio” que en el examen se va a comprobar que tiene lunares en el pecho. Además de la revisación de su espalda y torso para constatar “si tiene lunares o pecas, si sufrió alguna especie de decoloración o extirpación de los mismos, y de la determinación y caracterización de la vellosidad pectoral y púbica, su coloración y las posibles maniobras depilatorias o de decoloración que el hombre llevó a cabo”, la querella había solicitado la realización de varios procedimientos más que fueron desestimados por el tribunal.

La extracción de semen, la revisación de las glándulas mamarias, la medición del pene y de la profundidad bucal del sacerdote fueron desestimadas por los tres miembros del tribunal por “improcedentes, por una cuestión de recato y para evitar ofensas al pudor de los particulares damnificados o al imputado”.

También autorizó la presencia de las partes para ver la forma en que escribe “Gabriel” para la posterior realización de una prueba caligráfica y permitió además la pericia de un video aportado por la fiscalía.

“Yo mismo le dije al tribunal que solía extraerme lunares malignos”, provocó Grassi. Mientras tanto, Juan Pablo Gallego, uno de los abogados querellantes, autor del pedido, aseguró que la resolución del tribunal “cumple con todas nuestras expectativas”. En ese marco, destacó que se trata de “una prueba científica que se utiliza habitualmente para estos casos de abuso”, y manifestó que la medida “reafirma el círculo probatorio en contra del cura”.