SOCIEDAD › UN CASO DE SELECCIóN GENéTICA PARA EL TRATAMIENTO DE SU HERMANO
La sangre de su cordón umbilical ayudará a su hermano mayor a superar una anemia congénita. La técnica del DGP permite seleccionar embriones libres de enfermedades hereditarias. Fue el primer caso en España, pero la técnica se aplica desde hace una década.
En la ciudad de Sevilla, España, una mujer dio a luz a un bebé, concebido por fertilización asistida, para curar a su hijo mayor, que sufre una anemia congénita. La sangre de su cordón umbilical ayudará a su hermano mayor a superar esa enfermedad, que condena a quienes la padecen a someterse a continuas transfusiones de sangre. A través de la técnica del Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP), uno de los grandes avances en el campo de la reproducción asistida, que se practica desde hace más de una década en el mundo, y el idéntico perfil del histocompatibilidad, una pequeña inyección de la sangre del bebé servirá para practicarle al mayor el trasplante de médula ósea que necesita.
El nacimiento ocurrió en el Hospital Virgen del Rocío. Se trata de la primera vez que se utiliza esa técnica en España. Andalucía fue la primera comunidad autónoma en incorporar el DGP en los planes médicos de los hospitales. El bebé, llamado Javier, nació el domingo a las 11.45, con un peso de 3,4 kilogramos y es el noveno pequeño que nace mediante la técnica del DGP (libres de enfermedades hereditarias), pero el primero en que la técnica del DGP permitirá la curación de su hermano, al ser absolutamente compatible. Su hermano no había respondido a ninguno de los tratamientos a los que fue sometido, de manera que la donación de la sangre del cordón umbilical de Javier era su única opción.
“La técnica consiste en hacer un análisis genético a preembriones obtenidos por técnicas de fecundación in vitro antes de ser transferidos al útero de la madre”, explicó el médico Guillermo Antiñolo, jefe de la Unidad de Genética y Reproducción Humana Asistida Hospital Virgen del Rocío. Amplió: “El análisis posibilita seleccionar aquellos que estén libres de la carga genética asociada a determinadas enfermedades”.
La DGP consiste en el análisis de una célula extraída de embriones obtenidos por fertilización in vitro, para seleccionar aquellos que no presentan anomalías genéticas que predisponen a graves enfermedades. Ese fue su objetivo original, pero algunas clínicas comenzaron a usar el DGP para brindar a los interesados la posibilidad de elegir el sexo de su futuro bebé.
Con Javier, además de haberse evitado la transmisión de la enfermedad, “se ha conseguido que los dos hermanos sean perfectamente compatibles, con idéntico perfil de histocompatiblidad (HLA)”, señaló Antiñolo. Así, Javier se convirtió en un donante idóneo para posibilitar la curación de su hermano mayor. La posibilidad de que el trasplante de células madre extraídas del cordón umbilical de Javier propicie la curación de Andrés está entre un 70 y un 90 por ciento. El trasplante se llevará a cabo en un plazo de dos meses.
Con el DGP se pueden prevenir enfermedades genéticas incurables como la hemofilia y ciertos tipo de cáncer, o cromosómicas como el síndrome de Down y la fibrosis quística, y seleccionar preembriones para curar a un hermano enfermo. Si la madre es portadora de una enfermedad ligada al sexo, se puede elegir el sexo del bebé para evitarla. Además, se podrían conseguir hijos con capacidades intelectuales o física superiores, aunque aún no se ha dado ningún caso.
La técnica del DGP se conoció en 1990, pero recién se volvió una práctica habitual en los Estados Unidos en 1996. Actualmente, se la aplica en un centenar de centros en el mundo y se calcula que sólo en Europa 1500 parejas ya accedieron a su aplicación. En Argentina, se utiliza el DGP desde 2001, sobre todo en parejas extranjeras, ya que contra los 20 mil dólares que cuesta en el exterior, en el país el estudio sale unos 8000 pesos, entre otras razones, porque los reactivos que se usan en el procedimiento son nacionales: se hacen en laboratorios del Conicet.
En Andalucía, el DGP comenzó a aplicarse en octubre de 2005, y desde entonces se han iniciado un total de 89 ciclos en 44 parejas. En 53 ciclos se pudo transferir al menos un embrión no afectado y se consiguieron trece gestaciones clínicas. Desde julio de 2006, en que nació el primer bebé libre de una enfermedad genética hereditaria en la sanidad pública andaluza, suman ya nueve los liberados, dos de ellos, de distrofia muscular de Duchenne, dos de hemofilia, dos de fibrosis quística, dos de enfermedad Huntington, y Javier, libre de anemia congénita.
La sangre del cordón umbilical de Javier fue almacenada en el Banco de Cordón Umbilical de Málaga, donde permanecerá hasta que se programe el momento de hacerle el trasplante a Andrés.
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