SOCIEDAD › LA CORTE PASó EL TRIPLE CRIMEN A LA JUSTICIA DE MERCEDES
El máximo tribunal consideró el lugar donde se cometió el triple crimen, General Rodríguez, y ordenó que el caso fuera trasladado a la Justicia de Mercedes. Faggionato Márquez pretendía unir el caso con la investigación de la efedrina.
› Por Raúl Kollmann
La Corte Suprema de Justicia, con la única disidencia de Elena Highton de Nolasco, resolvió ayer que la causa por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina pase al fuero provincial, más concretamente a Mercedes, departamento judicial que abarca a General Rodríguez, el lugar donde se cometieron los homicidios. De esa manera, el juez de Garantías No 1 de Mercedes, Marcelo Enrique Romero, recibirá la causa y todo indica que la pesquisa quedará en manos del fiscal de Luján, Leandro Marquiegui y, en especial, del fiscal general de Mercedes, Pablo Merola. El máximo tribunal sostuvo que “cualquiera sea el vínculo de conexión final que pueda existir entre hechos independientes, ellos deben ser investigados por los jueces del lugar en que aparecen cometidos”. Con esta frase, los ministros están diciendo que más allá de que aparezca alguna vinculación con el caso de la efedrina, el expediente debe quedar donde se cometió el delito principal de la causa: los asesinatos. Mientras tanto, en Zárate-Campana se supo ayer que Ricky Martínez, el padre del actor Mariano Martínez, recién declarará el lunes. Trascendió que sus abogados quieren estudiar detenidamente el expediente.
En un hecho que no es muy habitual, la Corte desoyó el dictamen del procurador Luis González Warcalde. Este, en consonancia con el abogado de las viudas, Miguel Angel Pierri, argumentó que en la causa que sustancia el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionato Márquez, sobre la ruta de la efedrina, surgen nítidos elementos de conexión con el triple crimen. Por ejemplo, dice el procurador, “existe coincidencia entre el número de Nextel de Forza y los asentados en los directorios de dos de los teléfonos celulares secuestrados en la investigación sobre tráfico de estupefacientes que tramita en Zárate-Campana”. En función de esa relación entre drogas y asesinatos, el procurador dictaminó que todo debía quedar en la Justicia federal, más concretamente en manos de Faggionato.
Sin embargo, Ricardo Lorenze-tti, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay opinaron lo contrario. “Lo cierto es que en autos se investiga únicamente la desaparición y posterior muerte de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, más allá de las conexiones que puedan existir entre algunos sujetos investigados en la causa de Zárate-Campana. Lo concreto es que de las constancias de la causa surge quelos homicidios habrían ocurrido en General Rodríoguez”, y corresponde al magistrado provincial con jurisdicción en esa localidad continuar con la investigación”.
Este criterio ya fue sustentado por la fiscal porteña Ana María Yacobu-cci, quien pese a las críticas fue la que hizo la más precisa reconstrucción de los hechos, ahora avalados por la Corte. Yacobucci hizo un mapa de entrecruzamiento de llamadas que demostró que Ferrón, Bina y Forza estuvieron juntos en Quilmes al mediodía del jueves 7 de agosto y que de allí se dirigieron a algún lugar de General Rodríguez. A las 15.30 los tres jóvenes hablaron o intentaron hablar por sus celulares desde esa localidad. La fiscal reconstruyó el trayecto con imágenes de las cámaras de seguridad y la utilización de los pases automáticos de las autopistas, determinando a qué hora pasaron los vehículos por cada uno de los peajes e incluso el momento en que, supuestamente, un integrante del grupo homicida trajo la camioneta de Ferrón de regreso a Capital Federal para quemarla en Flores y así borrar cualquier rastro o huella digital. Con estas evidencias, la Corte afirma que el secuestro empezó en Quilmes y los asesinatos se concretaron en General Rodríguez.
En forma paralela, el juez Fa-ggionato Márquez mantenía ayer la expectativa por la declaración indagatoria de Ricky Martínez, imputado de venderle efedrina a Sebastián Forza y al grupo de mexicanos cuya cabeza –según el magistrado– fue Jesús Martínez Espinoza. A todo esto, a última hora de ayer fue detenido un mexicano de nombre Rodrigo. Sería el mencionado por el médico Facciuto, que dijo que el mexicano había participado en una reunión con Bina, Forza y Ferrón de la que se levantó sorpresivamente porque le habrían pedido más dinero por la efedrina que pretendía comprar. Curiosamente, la detención la realizó la fiscal porteña Yacobucci, la misma que se había apartado de la investigación.
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