Un chico de 14 años apuñaló por la espalda a otro de 12, que murió dos días después en el Hospital de Niños de La Plata. La zona céntrica de esa ciudad era el escenario donde ambos niños, provenientes de familias sumidas en la pobreza, pasaban la mayor parte del día. Si bien el hecho provocó la apertura de dos causas en la Justicia platense, una civil que ya está “prácticamente resuelta”, y una penal en la que “se está trabajando”, según Julián Axat, defensor oficial del supuesto agresor, “es ridículo buscar responsabilidades individuales. Los dos chicos son víctimas, ya que ambos sufren la misma situación de pobreza y exclusión. En realidad, las responsabilidades son sistémicas, estatales y previas a lo que ocurrió la semana pasada”. La opinión es compartida por la familia del adolescente muerto y por un amplio grupo de organizaciones sociales que mantienen una denuncia en común “contra el abandono de la niñez por parte del Estado, del que este caso es un emergente”.

Pedro era conocido en las escaleras del Banco Provincia de las calles 7, entre 79 y 80. Allí ayudaba a su mamá a vender flores. Otras veces pedía monedas a los peatones o a los autos que frenaban en el semáforo de la 7 y 79. Fue sobre la vereda del banco donde Pedro se topó con un chico dos años mayor que él, al que conocía de otros encontronazos y de saber que dormía bajo el techo de la glorieta de la plaza San Martín. Al parecer, los dos discutieron. No está claro el motivo. Algunos dicen que el mayor agredió verbalmente al menor, pero poco importa cuando cualquier motivo es lo mismo y el desenlace es imprevisible y, salvo a los implicados, al resto pareciera que tanto más da. Podría haber resultado al revés y el cuadro, en sí mismo, no hubiera variado: un chico muerto y otro que no.

Esta vez le tocó a Pedro. Recibió una herida cortante en la espalda, bajo el omóplato derecho, producida con un pico de botella roto. Quedó tendido en el suelo, sangrando. Un policía de la comisaría 1ª de La Plata lo recogió y lo llevó al Hospital de Niños, donde falleció dos días después.

Luego de registrar el hecho, la comisaría notificó a la Justicia, donde se abrió una causa penal por lesiones en la que tomaron participación el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y la Defensoría oficial Nº 16, a cargo de Julián Axat. “También se dio aviso al Servicio Local, organismo administrativo municipal que debe intervenir siempre que exista una situación de vulneración de derechos de algún chico”, explicó Axat.

Junto con la madre del supuesto agresor, el Servicio Local y un defensor civil solicitaron al Tribunal de Familia Nº 1 la internación inmediata del chico en una comunidad terapéutica, a la que el juez accedió y procedió a cumplirla dos días después del hecho.

Tras la muerte del adolescente herido, la responsable del foro intentó que el tribunal aplique una medida de seguridad sobre el supuesto agresor, solicitud que fue denegada luego de un pedido de hábeas corpus presentado por Axat. Al respecto, el defensor oficial consideró que “hubiera sido un hecho de impunidad si se daba lugar a la medida de seguridad penal, porque se habría criminalizado a un pibe tan pobre como el que murió. En este sentido, la intervención civil trata de restituir los derechos del chico”.

“No hay un solo barrio pobre en La Plata y en el Gran Buenos Aires que no cuente con pibes muertos. Y esto es responsabilidad e intención del Estado”, denunció el referente de Autoconvocados por los derechos de los pibes de la calle, César Villanueva.

Axat, por su parte, se refirió a “la hipocresía de la sociedad media platense que demoniza a estos chicos y pide a la policía que se los saque de encima”.

Informe: Ailín Bullentini.