La ceremonia de entrega del Nobel Alternativo, celebrada ayer en el Parlamento sueco, envió un mensaje a favor de la lucha por los derechos de la mujer, centrada sobre todo en dos de sus cuatro galardonados, la activista somalí Asha Hagi y la ginecóloga alemana Monika Hauser.

Hauser, premiada por su trabajo con la ONG Medica Mondiale, criticó en su discurso que no se reconozca la violación de mujeres como un ataque contra los derechos humanos, no sólo en Africa, sino tampoco en Asia o en los Balcanes, en donde trabajó durante la guerra de Bosnia. La ginecóloga alemana protagonizó uno de los momentos emotivos de la ceremonia al pedir que se levantaran varias de sus colegas en la ONG que ella misma fundó en 1992, presentes en la sala. La somalí Asha Hagi recordó su lucha desde ese mismo año con la organización “Salvemos a las mujeres y niños somalíes”, y luego en los distintos procesos de paz en Somalia. A ellas se agrega el matrimonio indio Krishnammal y Sankaralingam Jagannathan, por sus iniciativas en la redistribución de la tierra mediante movimientos no violentos, y la periodista estadounidense Amy Goodman, fundadora y presentadora del programa “Democracy Now!”, y reconocida por su defensa del periodismo independiente.