Las Madres del Dolor realizaron ayer un escrache al juez de San Isidro Rafael Sal Lari, señalándolo como responsable de que el supuesto asesino de Emiliano Sonnenfeld, el profesor de gimnasia ultimado el sábado pasado, goce del beneficio de la libertad condicional. Sin embargo, otra versión difundida por fuentes judiciales afirma que el magistrado pidió la captura de este sospechoso por otro crimen, pero el abogado defensor del imputado apeló luego la medida en varias instancias hasta llegar a la Cámara de Casación bonaerense. Sal Lari habría decidido revocar su pedido hasta recibir la respuesta de este tribunal, que lleva un año sin decidirse, por lo que nunca podrían haberle dado la libertad condicional, como reclamaban en el escrache, ya que apenas si está llegando a juicio oral.

“Cada muerte es otra familia destruida. Les decimos a Rafael Sal Lari, a estos jueces, que no entienden lo que significa esta garantía para todos los ciudadanos”, reclamó la presidenta de Madres del Dolor, Viviam Perrone, frente a los tribunales de la calle Ituzaingó 340 en San Isidro. Acompañadas por varios foros de seguridad vecinal, las Madres se reunieron bajo el lema de la autoconvocatoria: “Para seguir denunciando a quienes no merecen ser jueces”. Sal Lari estaba de turno, pero se negó a recibir a los manifestantes.

“El juez dijo que habla a través de sus fallos, pero nosotras estamos hablando a través de las muertes que vemos”, criticó Perrone, quien durante el escrache exigió investigar a todos aquellos jueces que “hacen mal sus trabajos” y pidió un jury de enjuiciamiento a este magistrado. “Denunciamos también que en los Tribunales de San Isidro a las juezas (María) Coelho y (Mónica Carmen) Tisato del tribunal oral número 7 que dan morigeraciones de pena cuando legalmente no se llega a la cantidad de años cumplidos como para dar este beneficio”, señaló la presidenta de Madres del Dolor.

La versión de las fuentes judiciales consultadas por Página/12 resultó completamente distinta. El imputado, que tiene 20 años y fue detenido horas después del asesinato, estaría involucrado en el crimen de otro joven durante un enfrentamiento entre dos bandas. Sal Lari habría pedido su captura pero el acusado estaba prófugo; mientras, su abogado defensor exigió la eximición de prisión argumentando que lo que se estaba investigando era “un homicidio en riña”, un delito excarcelable. El juez negó el recurso, al igual que lo hicieron con posterioridad en la Cámara de Apelación. El pedido del abogado defensor escaló hasta Casación bonaerense, donde permanece desde hace un año.

Para Sal Lari no se trató de una riña sino de un ajuste de cuentas, una venganza, por lo que se inclinaría a juzgar al acusado por homicidio simple, delito no excarcelable y con penas de entre 8 y 25 años. Sin embargo, según la versión judicial, el juez decidió revocar el pedido de captura, porque ya se había presentado, hasta que Casación bonaerense decida sobre la apelación presentada por el abogado defensor.

“Sí, me enteré de que se dijo eso, pero nosotros nos guiamos por lo que dijeron el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Justicia”, respondió Perrone al ser consultada sobre la versión judicial. “Además, el fiscal pide una detención y, más allá de los pedidos de la defensa, el juez está habilitado para ejecutarla o no. Alguien se tendrá que hacer cargo de esto”, retrucó la presidenta de Madres del Dolor, quien anunció que mañana los vecinos de Del Viso marcharán a la comisaría de la zona en reclamo de más patrullajes y el cese de la actuación de policías en actos o eventos a cargo de organizaciones con recursos económicos propios, que podrían pagar custodia privada.

A Emiliano Sonnenfeld le dispararon al pecho en la calle Boero al 1600 del barrio Villa del Carmen, mientras le abría el portón de su casa a su esposa, Patricia Sanz, que llegaba a bordo de un VW Gol oscuro. Cuando los efectivos de la comisaría tercera de Del Viso llegaron, la mujer estaba en shock, por lo que pudo aportar pocos datos sobre los delincuentes. Lo único que se sabe es que serían dos o tres chicos menores de edad, la policía sospecha que este joven apresado en la localidad de Tigre actuó como “tutor” de uno de los menores de edad. Sonnenfeld trabajaba en Villa Martelli, hacía 13 años que estaba casado y tenía un hijo de 12 que estaba dentro de la casa cuando lo asesinaron.

Por ahora, el joven detenido está a disposición del fiscal de Pilar Alejandro Musso, mientras la policía busca a su o sus cómplices. Más allá de que tenga o no responsabilidad, el juez Sal Lari tendría todo listo para llevarlo a juicio oral por esa pelea entre bandas que derivó en un homicidio.