La Justicia ordenó al gobierno porteño suspender las obras que lleva a cabo en la esquina de la avenida San Juan y Defensa por poner en riesgo la obra artística Mural de la Memoria, realizada por vecinos de San Telmo. Ayer, la jueza Elena Liberatori de Aramburu hizo lugar a un pedido de medida cautelar de vecinos y convocó a ambas partes a una audiencia para el próximo martes. “La destrucción que quiso perpetuar el gobierno de (Mauricio) Macri es un símbolo de lo que es su política de exclusión social”, aseguró a Página/12 Ignacio Ivancich, uno de los militantes que bregó por la permanencia de la obra.

En su fallo, Liberatori de Aramburu dispone que el gobierno porteño “se abstenga de llevar adelante obras que pudieran afectar la integridad física o artística del denominado Mural de la Memoria”. Basada en artículos de la Constitución de la ciudad de Buenos Aires, la decisión afecta las tareas iniciadas por las autoridades porteñas para la ampliación del Museo de Arte Moderno y la remodelación de la calle Defensa –-desde Plaza de Mayo hasta Parque Lezama– a las que se oponen organizaciones vecinales, entre ellas la Asociación Civil Asamblea Plaza Dorrego, que formuló el pedido judicial el 27 de febrero último.

Según Ivancich, “el mural tiene que ver con una época y la recuperación de los derechos”. Después de los reclamos populares de 2001, “en marzo de 2002 se construyó una obra que describía, en cinco escenas, el genocidio argentino desde la última dictadura hasta los gobiernos menemistas”, relató el militante. El mural fue realizado en forma colectiva por los vecinos a veintiséis años del inicio de la última dictadura en Argentina, en una iniciativa de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea, denominada “San Telmo tiene memoria-Jornada Cultural de Repudio al Terrorismo de Estado”.

Informe: Mariana Seghezzo.