A partir de dos diseños preexistentes, el gobierno provincial santafesino junto con investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desa-rrolló un nuevo equipamiento escolar que intenta dar solución a los problemas actuales de ergonomía (postura), seguridad y funcionalidad en el desempeño de las actividades dentro del aula. De caño de hierro y multilaminado de madera, a simple vista, los novedosos prototipos de bancos y pupitres no se perciben distintos del antiguo mobiliario. A pesar de su similitud estética con los modelos anteriores, el rediseño “responde a tres criterios fundamentales: el tamaño, la integridad y las nuevas condiciones pedagógicas de los alumnos y docentes argentinos”, sintetizó Walter Aquino, director del centro INTI Rosario. Fabricados en los talleres del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias (Iapip) por internos de la Penitenciaría de Coronda, la idea central del proyecto fue suministrar nuevos criterios para las compras y mantenimiento del equipamiento educativo en escuelas públicas.

Amarillo fue el color elegido para el respaldo de las sillas y beige claro para la tabla de las mesas. Mientras la tonalidad continúa siendo la misma, el peso, la altura y la función fueron las modificaciones estrella del proyecto educativo. En la actualidad, el mobiliario de las aulas escolares presenta una serie de falencias ergonómicas y de seguridad. Por ejemplo, como explicó Aquino a Página/12, “al utilizar sillas y mesas que no corresponden con su tamaño, muchos estudiantes sufren problemas de postura. Además de las consecuencias físicas, los niños acarrean problemas de atención y concentración en clase que generan una deficiencia en el aprendizaje”.

Según Raquel Ariza, directora del Programa de Diseño del INTI, el principal inconveniente al momento de rediseñar el mobiliario fue la falta de información y relevamietos específicos en relación con normativas métricas en el país. “Algunas tablas de altura de población –relató Ariza– fueron solicitadas a la Asociación Argentina de Pediatría (AAP), pero la mayoría de las tallas fueron extraídas de estadísticas internacionales.” Estudios realizados en México y Chile sirvieron de modelo normativo para llevar a cabo la primera etapa del programa Infraestructura Educativa-Materiales.

El 2 de marzo último, en coincidencia con el comienzo del ciclo lectivo 2009, se inauguraron dos Aulas Piloto en la Escuela 9 de Julio de la ciudad de Rosario. Los beneficiarios del nuevo equipamiento educativo fueron sesenta alumnos de cuarto grado del barrio Arroyito. “El peso del mobiliario también fue modificado. Los nuevos pupitres son más livianos debido al material utilizado para su fabricación”, aseguró Ariza. Porque los novedosos pupitres de caño y multifilamento “pueden ser producidos con mayor facilidad en cualquier fábrica. Pero, sobre todo –continuó la mujer encargada del rediseño–, permite que los niños muevan las mesas y las sillas de un lugar a otro sin que eso les provoque problemas, por ejemplo, en su espalda”.

La idea central, según Aquino, “fue que el equipamiento respondiese a las necesidades de la nueva estructura pedagógica. Actualmente, en la mayoría de las asignaturas escolares, los alumnos trabajan en grupo dentro del aula”. El INTI, de hecho, analizó las condiciones educativas de las escuelas de Rosario. A partir de entrevistas realizadas a alumnos y docentes, “nos dimos cuenta, entonces, de que el antiguo equipo de mesa-silla de los establecimientos es sumamente inseguro”, reflexionó el director del centro tecnológico rosarino. La solución, para Ariza, estuvo en diseñar un mobiliario “libre de agujeros, puntas o espacios donde los niños se puedan lastimar”. Muchos de estos aspectos también se deben tener en cuenta para los espacios de almacenaje, áreas comunes, patios de juego y comedores.

En las próximas etapas del proyecto “se analizará el desempeño de los prototipos en su uso cotidiano –dijo Aquino y continuó–. Mediante entrevistas a directores, maestros, encargados del mantenimiento y alumnos, se evaluará si es necesario realizar modificaciones en las especificaciones para alcanzar el equipamiento definitivo”. En diálogo con Página/12, el director confirmó que “además se elaborará un manual de procedimientos para la selección, adquisición y recepción del Equipamiento Educativo y el Diseño del Programa de mantenimiento preventivo”, para que no se deseche con facilidad el mobiliario que se “considera obsoleto”.

Informe: Mariana Seghezzo.