En el estado norteamericano de Georgia, un hombre fue condenado a 100 años de cárcel tras comprobarse que les dio de tomar una sopa en conserva envenenada a sus dos pequeños hijos para pedir una indemnización al fabricante. Miranda, de 18 meses, y Billy, de 3 años, sobrevivieron pero sufrieron graves daños pulmonares y podrían tener problemas respiratorios el resto de su vida. Según la Fiscalía, el hombre identificado como William Cunningham, del distrito de Clayton, mezcló medicamentos y combustible de encendedor en una sopa de conserva para luego poder pedir una indemnización al fabricante Campbell’s Soup Co. El padre les dio a sus hijos tres veces la mezcla venenosa. “La tercera vez los obligó a tragarla y entonces los niños tuvieron que ser llevados al hospital, gravemente enfermos”, contó el abuelo de los niños, Ron Cockery. Un tribunal halló a Cunningham culpable de lesiones graves y maltrato de menores.