Buques y aeronaves de Brasil rescataron ayer dos cadáveres, algunos equipajes y piezas del avión de Air France desaparecido misteriosamente en el Atlántico el lunes pasado, con 228 personas a bordo. La Fuerza Aérea Brasileña informó oficialmente que los cuerpos de dos hombres, objetos personales y vestigios del aparato flotaban en el Atlántico a unos 1000 kilómetros de la costa noreste de Brasil y 69,5 kilómetros al noroeste de la zona donde el avión envió su último mensaje, durante la noche del domingo al lunes, informaron los responsables del operativo.

Los cadáveres y restos materiales recuperados están en camino hacia el archipiélago Fernando de Noronha, a bordo de la fragata “Constitución”, que debería arribar al lugar entre hoy y mañana. Desde allí serán enviados a la ciudad de Recife. “En Fernando de Noronha los cuerpos serán catalogados y luego enviados a Recife para su identificación. Lo mismo ocurrirá con los objetos”, dijo el portavoz de la Fuerza Aérea, teniente coronel Henry Munhoz.

El vocero hizo saber, además, que ayer fueron localizados “varios restos de la aeronave”, entre ellos partes de un ala y asientos, que serán rescatados del océano en las próximas horas. Entre los objetos recuperados de las aguas se cuenta una butaca azul con número de serie y colores usados por Air France. De todos modos, todavía es necesario que se conozca la confirmación por parte de la compañía de aviación, según se esforzó en aclarar el coronel Jorge Amaral, que también ofició como portavoz de la Fuerza Aérea ante la prensa internacional que sigue el tema.

Los voceros precisaron que también fueron sacadas del mar algunas mascarillas de oxígeno, una maleta con un billete del vuelo de Air France y una mochila con un carnet de vacunación. “Las búsquedas continuarán las 24 horas y la prioridad será el rescate de cuerpos”, explicó Munhoz. El avión, un Airbus 330, transportaba a 228 personas, entre ellas 58 brasileños, 71 franceses y el resto de otras 30 nacionalidades.

La Fuerza Aérea Brasileña y la Marina ampliaron la estructura del operativo en Fernando de Noronha para poder recuperar los restos humanos y materiales de la tragedia. El primer hallazgo de cuerpos fue informado a familiares de las víctimas brasileñas antes que a la prensa, aseguró en la ciudad de Río de Janeiro Marco Tulio Moreno, cuyos padres viajaban en el fatídico vuelo. “Por lo menos ya tenemos algo”, dijo Moreno al ser entrevistado por el canal de TV Globonews en el hotel de Río en donde se reúnen los familiares de las víctimas a la espera de noticias.

“Algunas personas lloraron, otras quedaron más tristes de lo que estaban, pero creo que esto es el comienzo de algo que pueda explicar lo que realmente ocurrió”, agregó el familiar. De todas maneras, a pesar de los avances registrados en las últimas horas, las circunstancias de la tragedia siguen siendo desconocidas, según afirman las autoridades. El misterio podría comenzar a develarse una vez que se encuentre la caja negra del avión siniestrado.

El director de la Oficina francesa de Investigación y Análisis (BEA), Paul-Louis Arslanian, dijo ayer que la hipótesis de una bomba a bordo “no se excluye al 100 por ciento”, aunque no resulta “muy coherente” con los elementos de que disponen los investigadores. “Sería francamente sorprendente, pero eso no quiere decir que se excluya al 100 por ciento” esa posibilidad, afirmó Arslanian.

Por su parte, el subdirector de la agencia de meteorología francesa, Alain Ratier, dijo que “nada indica” que el vuelo encontrase en su trayecto “un cúmulo tormentoso de una intensidad excepcional” que pudiera haber provocado semejante tragedia. En Francia, las investigaciones iniciales basadas en los mensajes automáticos emitidos por el avión señalaron “incoherencias” en las velocidades del aparato, según dijo la BEA. A su vez, la compañía Airbus confirmó que el avión de Air France enfrentó turbulencias muy severas antes de desaparecer. Paralelamente, la compañía envió a todos sus clientes un recordatorio de lo que deben hacer los pilotos en una situación de ese tipo.