Un niño de 12 años fue encontrado muerto en un terreno baldío de la localidad bonaerense de Bosques. El cuerpo del menor estaba en avanzado estado de descomposición, “cuando un grupo de chicos, que jugaban junto a las vías muertas del ex ferrocarril provincial, vieron una pierna que salía de entre los pastizales”, confirmó a Página/12 un vocero del Ministerio de Seguridad bonaerense. El 9 de junio pasado, el pequeño se había ausentado de su vivienda del barrio La Carolina –del partido de Florencio Varela– y su padre denunció el hecho “por averiguación de paradero” ante la comisaría de Ingeniero Allan. De todas maneras, “hasta que no estén los resultados de la autopsia no descartamos nada. Incluso, una de las hipótesis más fuertes apunta al círculo más íntimo”, aclaró el vocero ministerial. Una versión indicaba que el cuerpo presentaba signos de violación, aunque hasta anoche eso no fue confirmado.

Hacía dos semanas que el niño había desaparecido de su precaria vivienda (“de tierra y sin suministro de luz”) de Ecuador y Nérida, del barrio La Carolina. A la mañana siguiente, el padre del niño, un changarín de 59 años, se presentó en esa seccional policial de Ingeniero Allan para denunciar “la averiguación de paradero” de su hijo, quien no había regresado a su casa desde hacía varias horas. “Cuando el padre fue a hacer la denuncia a la comisaría 6ª de Bosques en (Florencio) Varela, dijo que la tarde del 8 de junio fue a buscar trabajo y cuando volvió a la noche (a las 20) el nene ya no estaba en su casa”, relató a este medio el inspector de la Jefatura Distrital de Florencio Varela, Oscar Canno. Según Canno, la madre del niño declaró que “eran frecuentes las ausencias del menor, ya que muchas veces iba a pedir plata por el centro de Ingeniero Allan”. El cuerpo del niño fue encontrado el martes pasado cerca de las 17 en la calle Del Pago, entre La Huella y Almafuerte, cerca de Alpargatas, por varios chicos que jugaban en el descampado. Según las fuentes, los niños observaron una pierna y, asustados, fueron hasta un destacamento de Bomberos ubicado a pocos metros y contaron lo que habían visto. Según relató el vocero ministerial a Página/12, “el cadáver no estaba escondido, sino que daba la impresión de que lo habían arrojado bruscamente sobre los pastizales”.

Horas más tarde, los investigadores determinaron que se trataba del mismo chico que el 9 de junio pasado había sido denunciado como desaparecido en la comisaría de Bosques. Según la fuente del Ministerio de Seguridad, el cuerpo del chico apareció en un descampado ubicado “a menos de 25 cuadras de su casa del barrio La Carolina”.

Pese a que aún no se determinó la causa ni el momento de la muerte, los primeros uniformados que llegaron al lugar determinaron que el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición: “No se pudo, por lo tanto, observar a simple vista las circunstancias que produjeron el fallecimiento. Sí o sí, tenemos que esperar los resultados de la autopsia”, dijo la fuente ministerial. El cuerpo del pequeño fue reconocido la noche del martes por sus padres, pese a que “estaba deteriorado y con señales de haber sido mordido en su cara por insectos y pequeños roedores”, dijo el inspector Canno.

La fiscal Nuria Gutiérrez instruyó las primeras actuaciones por “averiguación de causales de muerte”. Por el momento, “hay varias hipótesis. Amigos, conocidos y vecinos están siendo investigados. Incluso, el círculo familiar”, concluyó el vocero ministerial.

Informe: Mariana Seghezzo.