Un día después de que José Luis Baroni, acusado del crimen de la docente Alejandra Cugno, reconociera ante la Justicia su autoría pero negara el intento de abuso, trascendió el informe de la autopsia que contradecía la declaración: “Se hallaron signos claros de abuso sexual”, informó una fuente judicial. La autopsia también señalaba el hallazgo de restos de semen, que fueron recolectados para intentar determinar su patrón genético. Pero antes de que se conocieran los resultados de la autopsia, el defensor oficial de Baroni, Jorge Pagassano, aseguró a la prensa que su defendido no había tenido intención de abusar de la maestra, dijo que la muerte fue accidental y que luego “se obnubiló” y la arrojó al aljibe.

El estudio del ADN quizá pueda dilucidar la responsabilidad de Baroni. Los peritajes, realizados a pedido del juez de instrucción José Manuel García Porta, detectaron signos de violación”. Un día antes, Baroni había reconocido ante el juez su responsabilidad en la muerte de Alejandra Cugno, pero había insistido en que no había intentado violarla. Poco antes de que se difundiera el resultado de la autopsia, que contradice las declaraciones de Baroni, su abogado defensor sostuvo que la muerte de Cugno sobrevino luego de un forcejeo, la mujer cayó y murió y que “por desesperación” arrojó el cuerpo al aljibe.

Pagassano dijo que la conferencia la había convocado con intenciones de aclarar “algunas diferencias” que escuchó de boca del fiscal y del juez acerca de la indagatoria. “(Baroni) No dijo que la secuestró para violarla, afirmó no haberla manoseado ni violado” y “se ofrece a hacer los estudios médicos pertinentes para demostrar su inocencia en este aspecto”, sostuvo Pagassano. Y agregó que “Baroni afirma que tiene un forcejeo (con Cugno), que la golpea y en uno de los golpes cae en una montaña de escombros, golpea la cabeza y es donde presuntamente fallece. Según él, frente a esta situación se desesperó, perdió el control, porque su intención no era matarla, trató de hacerle trabajos de reanimación, le tomó el pulso, le hizo respiración boca a boca y, cuando ve que no lo logra, la arroja al aljibe”.

Para justificar por qué peleaba con la mujer, el defensor reconoció que Baroni sentía “atracción” por la docente, por lo que “intentó seducirla para mantener relaciones sexuales”. “El explicó que se le fue de las manos, que se obnubiló, que no sabía lo que hacía, pero en ningún momento la intención de él era matarla”, dijo el vocero, quien consideró que Baroni no planeó el ocultamiento de pruebas del crimen ni del cuerpo, sino que hizo lo que pudo en ese momento. Finalmente, el defensor general indicó que “el arrepentimiento de Baroni es absoluto” y que le dijo que quiere “pedirle perdón públicamente a la mamá de la maestra”.

La hipótesis de los investigadores es que Baroni conocía a Cugno y que ésta ya lo había llevado en varias ocasiones con su auto y que el crimen fue premeditado, precisamente la hipótesis que intenta descartar Pagassano. Creen que luego de que la maestra se detuvo en la ruta 13 para levantar a Baroni, como lo hacía muy frecuentemente, el peón la saludó cordialmente y enseguida la amenazó con encerrarla en el baúl. La trasladó hasta una casa semidestruida en un campo donde habría intentado violarla. La mujer intentó resistir y allí mismo el peón la habría asesinado de un golpe en la cabeza con una pala. Luego la habría arrojado al aljibe donde hallaron el cuerpo. Luego intentó desviar la investigación repartiendo pruebas. Dejó el auto en San Francisco, Córdoba, donde arrojó las ropas de la mujer, y regresó a Santa Fe.