“Si la banda de (Luis) ‘El Gordo’ Valor tuviera tantos miembros como los que han salido en los diarios o en la televisión en los últimos quince años, la ‘superbanda’ sería la banda más grande del mundo. Tendría más soldados que las FARC” (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que en su momento de esplendor contó con decenas de miles de integrantes.” Con su voz ronca y la ironía que lo caracteriza, Ernesto Vissio, que fue abogado defensor de Valor en el juicio más importante que afrontó el famoso asaltante de bancos y blindados, por un hecho ocurrido en 1994 en la localidad bonaerense de La Reja, se refirió a la historia pasada del Gordo y a su actual encrucijada, detenido en Sierra Chica con una pesada carga de acusaciones. Hasta lo imputan por el robo de una guitarra criolla. En el mundo del hampa se asegura, jurando sobre los Santos Códigos del buen ladrón, que a Valor “le adjudicaron hechos que nunca cometió y le hicieron una fama que no se corresponde con su carrera criminal. No es inocente, pero está lejos del Al Capone que pintan la policía y los medios –dijeron tres fuentes consultadas por este diario–. Hay muchos que ‘hicieron’ hechos más graves y que tienen más pedigree que el Gordo y sin embargo, nunca han alcanzado tanta fama.” La opinión, palabra más palabra menos, es compartida por otros dos conocidos ladrones de bancos y por un ex juez que los investigó, con los que dialogó Página/12 y que pidieron reserva de sus nombres. “Parece que nadie se quiere acordar del comisario de la ‘Maldita Policía’ Mario ‘Chorizo’ Rodríguez, nunca preso a pesar de que lo acusaron muchas veces de actos de corrupción. El aumentó la fama no sólo a Valor sino también a otros como (Hugo) ‘La Garza’ Sosa. Valor estuvo preso quince años y nunca dejaron de aparecer nuevos miembros de su banda. ¿Tan mal lo vigilaban en las cárceles de máxima seguridad en las que estuvo que seguía manejando todo?” Vissio deja flotando su pregunta y asegura: “No es lo mismo un ladrón de medio pelo que un miembro de la ‘superbanda’. Eso da rédito”.

Aunque nadie se sorprendería de que hubiera caído de nuevo en el delito –en el país es alto el nivel de reincidencia–, hay muchas dudas sobre las acusaciones que llueven hoy sobre Valor. Entre otras cosas, se lo señala como sospechoso de robar varios countries, el de Alamo Alto, en Ingeniero Maschwitz, y otros en Escobar, Pilar y Benavídez. “Para robar en un barrio privado es necesario contar con el guiño de la policía o de los vigiladores privados. Lo más probable es que haya uniformados involucrados que le están pasando toda la responsabilidad al Gordo Valor”, dijo una fuente habitual de Página/12 que suele ser certera en sus apreciaciones. “No hay ningún indicio cierto de que haya habido ‘zona liberada’, pero nada se descarta. Lo que hay que tener en cuenta es que acá no está sólo la intervención policial, hay una fiscal (Paula Gaggiotti, de Escobar) que sigue la causa por los robos en countries. Ella investiga la posible participación de Valor. Hay sospechas, pero ahora hay que ver qué es cierto y qué no lo es”, dijo una fuente de la Policía Bonaerense. Por los robos en countries hay dos vigiladores detenidos.

El jefe policial confirmó que, a partir de la detención de Valor, se hicieron allanamientos en Beccar y en Gregorio de Laferrere, donde fueron detenidos un ex suboficial del Ejército y su esposa. En la casa del ex militar, en Beccar, se encontraron 60 armas, entre ellas un FAL (Fusil Automático Liviano), y unas dos mil municiones. “Las armas todavía no fueron identificadas porque tienen la numeración borrada. Hay que hacer un trabajo técnico para identificarlas. Se sospecha que podría tratarse de algunas de las armas robadas (el 22 de julio pasado) por cinco ladrones en la guarnición de Campo de Mayo.” De Campo de Mayo se llevaron tres FAL y nueve cargadores con municiones.

Al actual abogado de Valor, Cristian Fernández Vargas, las acusaciones contra su representado le suenan “ambiguas y faltas de sustento”. En diálogo con este diario, precisó que todavía no tiene en claro “cuál es la vinculación que tendría con el militar retirado y con los supuestos robos en los countries, y ni siquiera está clara su vinculación con Gustavo Martínez”, la persona que iba con Valor el viernes 31 de julio en un Peugeot 206. “Se dijo que fue Valor el que se tiroteó con los policías que lo persiguieron (en Pablo Nogués, donde se produjo la detención), pero en la causa se dice que él iba al volante del auto, de manera que es imposible que haya podido disparar con un Magnum 357 y manejar.”

Según el defensor de Valor, en la causa está probado que su representado estaba al volante. El jefe policial confirmó que eso es cierto. “El iba al volante, pero hay declaraciones del personal policial que indicarían que Valor también disparó, luego del choque y cuando se bajó del auto.” Lo que se ha comprobado es que a Valor lo venían siguiendo desde su salida de la cárcel, en diciembre pasado. Había logrado la excarcelación porque siguen sin estar firmes las condenas que se le aplicaron. Las dos más importantes son las que recibió por la evasión del penal de Devoto, el 17 de septiembre de 1994, y por el asalto en La Reja, ocurrido dos días después. “No soy el Santo de la Espada, ni me baño en agua bendita, ni soy la Madre Teresa, pero este hecho no lo hice.” Hugo “La Garza” Sosa, condenado a perpetua y hoy en libertad, aseguró que no participó en el asalto al camión blindado de TAB Torres. Lo mismo dijeron Valor y los demás imputados. Hubo condenas, pero quedaron muchas dudas. “Me resulta asqueante intervenir en procesos donde los jueces tenemos que determinar quiénes son los delincuentes y quiénes los policías”, dijo el fallo por el robo La Reja leído por el presidente del Tribunal, Martín Moreno.

Nunca quedó claro por qué se había abierto una causa “preventiva”, cinco meses antes del robo, por decisión del ex juez y ex ministro de Seguridad bonaerense Osvaldo Lorenzo. Durante todo ese tiempo, se hicieron escuchas telefónicas irregulares y un colectivo, lleno de policías, siguió todos los días, durante los cinco meses, al camión de Tab Torres finalmente robado. ¿Cómo hizo Valor para planear y ejecutar el robo dos días después de su fuga? ¿Quién mató al policía Claudio Calabresse en el tiroteo que se produjo durante el asalto? ¿Fueron los ladrones o los propios policías? ¿Fue un error o un ajuste de cuentas? El fiscal Luis María Chichizola pidió que se investigara la actuación de Lorenzo y del comisario Mario “Chorizo” Rodríguez, el mismo que participó en la llamada Masacre de Andreani, que se cerró sin condenas. Tampoco hubo sanción para los funcionarios por el caso de La Reja.

“Valor, o cualquier otro, puede reincidir en el delito, porque en el país no se ayuda a los que salen de la cárcel y tienen pocos medios para cambiar de vida. Además, a Valor siempre le han tirado muchos fardos que no le correspondían y ahora también subsisten muchas dudas”, insistió Ernesto Vissio. La mismo dijo el actual abogado del Gordo Valor.