Desde esta semana, saldrán a la calle 41 inspectores de la Dirección de Higiene Urbana porteña, acompañados por efectivos de la Policía Federal. La misión no es nada sencilla: intentar que los vecinos que llevan a pasear sus perros por la vía pública levanten la caca que dejan los pichichos en veredas y parques, y que los paseadores, además, se inscriban en un registro. Todavía no habrá multas: “En esta primera etapa se hará hincapié en la concientización. Se entregarán folletos y se les explicará a los paseadores que la inscripción es gratuita”, dijo a Página/12 el secretario de Medio Ambiente porteño, Eduardo Ricciuti.
El decreto 1972 firmado en diciembre por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, pone en marcha el programa de manejo responsable de perros y mascotas. La norma obliga a la inscripción en un registro de todas aquellas personas que paseen más de tres perros, y obliga a dueños y paseadores a hacerse cargo de las deposiciones de los canes: las infracciones serán sancionadas con multas desde los 25 a los 200 pesos.
Las multas debían empezar a aplicarse a partir del 1º de febrero, pero los cambios políticos y económicos que sufrió el país demoraron la campaña, y los resultados fueron magros: desde diciembre hasta ayer se inscribieron en el registro apenas 33 paseadores. Por eso, el gobierno porteño decidió extender el plazo para la inscripción. “Las multas comenzarán a aplicarse a partir de la segunda quincena de febrero o la primera de marzo”, adelantó Ricciuti.
Por lo pronto, en plazas y parques porteños ya se instalaron máquinas expendedoras de bolsitas y recipientes adecuados para arrojar las deposiciones de los perros. Además, el gobierno porteño lanzará en estos días una campaña de afiches en la vía pública donde se instruye de manera didáctica sobre cómo recoger la caca de los animales sin sufrir contratiempos desagradables.
En esta primera etapa, los inspectores advertirán a los personas que lleven sus animales que deben recoger las deposiciones. A los que cumplan con la medida, se les entregará un imán-distintivo, a manera de estímulo. Y también se les indicará a los paseadores cómo hacer el trámite para inscribirse en el registro. La campaña de concientización se realiza con el apoyo de cuatro ONG: la Sociedad Protectora Sarmiento, MAPA, Ojo Avizor y FABA.
Después de este plazo de gracia llegarán las multas. ¿Cómo será el acta de infracción? “Igual que la boleta de tránsito. El policía pedirá la identificación del paseador o el dueño del perro y luego se le enviará la citación a domicilio. El infractor deberá comparecer ante los controladores, igual que si hubiera cometido una falta de tránsito”, explicó Ricciuti.
No solo habrá multas por no recoger la caca. También serán sancionados aquellos que no lleven a su perro atado con correa, los que lo aten a postes, monumentos o árboles, o aquellos paseadores que lleven más de ocho animales. Sin embargo, aclaró Ricciuti, “el objetivo de la norma no es hacer multas, sino crear conciencia en la gente sobre su responsabilidad en el manejo de las mascotas”.
La inscripción en el registro es gratuita y –aclaran en el gobierno– no acarreará ninguna consecuencia económica: los paseadores no deberán pagar impuestos por su actividad. Lo único que se requiere es que sean mayores de 18 años, acreditar domicilio en la ciudad de Buenos Aires y presentar su DNI y dos fotos carnet.