El pedido de la Fiscalía fue de 17 años de prisión para cada uno de los cuatro ex uniformados de la Bonaerense acusados de haber violado a una joven discapacitada en 2004. Ayer a la tarde, los cargos de la fiscal María Vivas, a los que adhirió la querella, recayeron sobre Mauricio Padín, Néstor Panucci, Sergio Gutiérrez y Pablo Enríquez por “abuso sexual agravado por ser ultrajante para la víctima y por la participación de dos o más personas, pertenecientes a la fuerza policial y en ocasión de sus funciones”.

Durante el debate, que comenzó la semana pasada, la hermana mayor de la víctima fue la encargada de relatar lo sucedido ante los jueces del Tribunal Oral (TOC) Nº 2 de Zárate-Campana. Debido a que el abuso agravó el estado de salud preexistente de la víctima (retraso madurativo y epilepsia), la joven murió víctima de convulsiones en 2006.

La noche del 14 de septiembre de 2004, el oficial Padín fue a buscar a la víctima a su casa, en el partido de Escobar. Según su hermana, el policía le regaló a la chica “una flor y un osito de peluche” porque desde hacía cinco meses, cuando se habían conocido, “la quería seducir”. Después la convenció de subir al patrullero y se la llevó en el asiento trasero, mientras otro policía (Panucci) iba agachado en el del acompañante. Ambos uniformados llevaron a la víctima hasta una fábrica de cerámicos cercana y en la casa rodante de otro oficial (Enríquez) –que junto a un cuarto bonaerense (Gutiérrez)– custodiaba el predio, violaron a la chica.

Casi tres horas después, Padín la llevó en el patrullero hasta una estación de servicio de la zona, donde la abandonó. Ayer, tanto la fiscal como Roberto Hermo, abogado de la familia de la víctima, imputaron a Padín, Panucci y Gutiérrez como “coautores”, y a Enríquez de “partícipe necesario”.