SOCIEDAD
› DOS MUERTOS EN UN TALLER MECANICO DE FLORESTA
Trágico derrumbe de un balcón
La mampostería cedió y el balcón, ubicado a no menos de cuatro metros de altura, cayó, llevándose consigo a un hombre e impactando en otro. El fatal derrumbe, que se cobró ambas vidas, ocurrió ayer por la tarde en la esquina de la avenida Juan B. Justo y San Nicolás, en Floresta, cuando la edificación, correspondiente a una casa construida en el piso superior de un taller mecánico, cedió ante el peso de su ocupante y cayó, aplastando a un soldador que trabajaba sobre el frente del comercio.
“Cuando sacamos de entre los escombros al soldador, nos dimos cuenta de lo grave que estaba, tanto que se desangró y murió enseguida”, comentaba consternado Martín, un vecino que acudió al lugar al escuchar los gritos de los transeúntes. El paisaje era siniestro: la máscara del soldador, su escalera aún en pie y algunos utensilios de trabajo permanecían abandonados en la vereda junto a los enormes pedazos de mampostería.
El accidente se produjo en momentos en que Salvador Efes, de 62 años, trabajaba con la ayuda de una grúa hidráulica en la reposición y soldadura de los carteles de publicidad montados en la fachada del taller, especializado en el cambio de caños de escape. En determinado momento, el balcón, que en realidad era una extensión del patio-terraza de la casa ubicada sobre el comercio, cedió, llevándose consigo al dueño del local, Roberto Buscaldi, de 80 años, que supervisaba el trabajo de Efes. Cuando llegó al lugar una ambulancia del SAME, Efes ya había fallecido. El móvil trasladó a Buscaldi, gravemente herido, al Hospital Alvarez, donde finalmente murió.
Aunque las causas del derrumbe aún no fueron precisadas, el mal estado de la loza era evidente. Y, a pesar de que los vecinos aseguraron que no habían notado problemas en la estructura antes de la tragedia, las marcas de la humedad en los restos caídos impulsaban a los bomberos a descartar cualquier hipótesis que no tuviera en cuenta las malas condiciones en que se encontraba el balcón. Sin embargo, a pesar del mal estado, buena parte del balcón quedó intacto, por lo que miembros de la Policía Federal, del cuartel Central de Bomberos y de la Guardia de Auxilio porteña iniciaron tareas de apuntalamiento, con el fin de evitar una nueva tragedia.