Un video de un peaje, en el que se pretende ver a los Pomar, previo a la imagen del peaje de Villa Espil, en la que sólo se veía al conductor del Fiat Duna Wee-kend, fue el motivo más llamativo de una búsqueda en la que no surgen pistas desde hace más de una semana. Ayer, un rastrillaje alrededor de la ruta 7 no arrojó resultados. En esa zona, una versión alentada con ansiedad mediática señalaba que había aparecido el cuerpo del caniche de los Pomar, baleado a un costado de la ruta. La versión fue desmentida. Desde la familia de Gabriela Viagrán, la esposa de Pomar, se tejía la esperanzada hipótesis de que habían sido secuestrados por error.

Nuevas imágenes distribuidas a los medios muestran al Duna de los Pomar cruzando la cabina de peaje de El Rodeo, en el kilómetro 55,5 de la Autopista del Oeste, próximo a Luján, a las 19.49 del sábado 14 de noviembre. O sea, 18 minutos antes de otra imagen, que muestra a Luis Pomar gesticulando frente al peaje de Villa Espil, ya fuera de la Autopista del Oeste. Pese a que las especulaciones periodísticas parecen impulsar la idea de que en el peaje de El Rodeo se ve a toda la familia y en el segundo, de Villa Espil, sólo se ve a Pomar, lo cierto es que en las primeras imágenes no es posible determinar que en el auto viajara algún miembro de la familia, salvo una imagen muy borrosa que podría, con esfuerzo, considerarse como el de una de las niñas. De todos modos, en la segunda imagen, la que corresponde al peaje de Villa Espil, sólo se ve a Pomar pero no se puede determinar que viajara solo. Lo más curioso es la actitud del conductor, que estira su brazo hacia la cabina y parece como si gritara, un gesto que no se condice con el paso a través de un peaje.

A todo esto, una versión repetida por algunos medios, indicaba que junto a la ruta 7, a la altura del kilómetro 197, habían hallado el cuerpo del caniche de los Pomar, baleado y envuelto en ropas de una mujer. Fuentes de la investigación negaron que se tratara del mismo perro. De todos modos, durante la mañana, desde el kilómetro 87 hasta el 130, de la ruta 7, la Departamental Mercedes realizó un rastrillaje que concluyó a las 13.30 sin resultados positivos.

María Cristina Viagrán, madre de Gabriela, consideró como una hipótesis alentadora que a los cuatro los habían secuestrado “por error y no se animan a largarlos. A mí se me pasa por la cabeza que a ellos, por error, los deben tener esperando un poco de tranquilidad para poder largarlos, si fuera por un rescate ya lo hubieran pedido. Yo me hago la idea de que se han equivocado de persona y ahora no se animan a largarlos, ya van a volver, va a haber noticias buenas”.