SOCIEDAD › LAS NUEVAS INFECCIONES POR VIH DESCENDIERON UN 17 POR CIENTO
De acuerdo con el último informe de Onusida, no sólo descendieron los contagios: las muertes se redujeron en un 10 por ciento. Es el resultado de la prevención y el acceso a los medicamentos.
Desde 2001, las nuevas infecciones por VIH descendieron un 17 por ciento en todo el mundo, de acuerdo con el último informe mundial de la ONU sobre el estado de la enfermedad. Las nuevas estadísticas aseguran que en América latina la prevalencia de la epidemia se mantiene estable –a pesar de que han aumentado los contagios–, que las infecciones en Africa Subsahariana han descendido, al igual que en Europa del este y Asia. La curva de los últimos cinco años indica que las muertes descendieron un 10 por ciento, mientras que aumentó la cantidad de personas que tienen acceso a los medicamentos contra la enfermedad. “La buena noticia es que tenemos pruebas de que el descenso que estamos viendo se debe, en parte, a la prevención contra el VIH”, señaló Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida). La interpretación, sin embargo, debe ser matizada en lo que a Argentina y América latina refiere, advirtió Claudio Bloch, director de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud nacional.
En América Latina Onusida ha observado un fenómeno curioso: aun cuando la prevalencia de la epidemia se mantiene estable, en los últimos ocho años ha habido un incremento de casos. Mientras que en 2001 eran 1,6 millones las personas que vivían con VIH en la región, el año pasado llegó a registrarse un total de 2 millones. Aún más: en 2008 hubo 20 mil nuevas infecciones más que en 2001 (170 mil y 150 mil, respectivamente). Pero a pesar de esas cifras, los especialistas de Naciones Unidas insistieron en señalar que el dato crucial es que la epidemia registra una prevalencia estable del 0,6 por ciento. “La región se caracteriza principalmente por una epidemia de bajo nivel y concentrada” principalmente entre varones que tienen relaciones sexuales con varones, explica el informe. Ejemplo de esa diferenciación de género sería el caso de Perú, donde hay tres veces más varones infectados que mujeres. Son ellas, también, las primeras en la lista de grupos con mayor riesgo de contagio, seguidas por “los profesionales del sexo” y los usuarios de drogas. La topografía de la enfermedad es, también notable en Latinoamérica: los casos se concentran en la zona fronteriza norteña de México y en el Cono Sur.
“En Argentina, estos números están también vinculados con la mejoría de los registros –explicó a este diario Claudio Bloch–. Por ejemplo, hace unos años se estimaba que en el país había 130 mil infectados, y hoy la estimación es de 120 mil. Onusida define tres tipos de epidemia: la incipiente, en la cual cualquier grupo poblacional no llega al 1 por ciento de incidencia; la concentrada, como la que tenemos en América latina, en la cual la incidencia en la población general está por debajo del 1 por ciento pero puede haber prevalencias por encima del 5 por ciento en grupos específicos; y generalizada, cuando en la población general se registra una incidencia mayor al 1 por ciento. Antes los softwares que estimaban el nivel de población contagiada estaban basados en países africanos, que tienen epidemias generalizadas, de manera que se sobreestimaba la mortandad y la cantidad de infectados de nuestros países.”
Además del refinamiento de las mediciones, “lo otro que marca una diferencia central es si hay o no acceso a la medicación –agregó Bloch–. Hasta hace no muchos años, en América latina sólo había acceso en Argentina, Brasil y México. Hoy todos los países de la región tienen acceso a la medicación. En Argentina, por ejemplo, la incidencia de eso fue notable: el pico de la epidemia de muerte y contagios de sida fue en 1996, 1997. Desde ahí empezó a registrarse un descenso sistemático. ¿Qué pasó ahí? Que en el segundo semestre de 1996 el Estado argentino incorporó los cócteles entre los tratamientos que provee.” Una estadística realizada en 2008 sobre cuatro mil encuestados (en una muestra representativa del país), dijo el funcionario, reveló que el 50 por ciento de la población argentina se realizó alguna vez un test de VIH.
El descenso de contagios en Africa Subsahariana, dato estrella del informe, ha sido del 15 por ciento en los últimos ocho años, lo que se traduce en que el año pasado ha habido 400.000 infecciones menos. La evolución es optimista, aun con grandes números: para 2008 se estimó que en esa región un total de 33,4 millones de personas vivían con el virus del sida, que hubo 2,7 millones de nuevas infecciones, y dos millones de fallecimientos. En Asia el decrecimiento osciló entre el 10 y el 25 por ciento, según se considerara el sur o el este. Europa del este, donde se había registrado un crecimiento acelerado de infecciones entre usuarios de drogas por vía venosa, comenzó a ver modificada la epidemia, aunque en algunos países de la zona hay indicios de repunte de la epidemia. América del Norte registra 1,4 millones de infectados, mientras que Europa occidental y central suman 850 mil.
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