Un fuerte sismo de 7,3 grados de la escala Richter sacudió ayer Haití, el país más pobre de América, derrumbando varias edificaciones de la capital, entre ellas el Palacio Nacional, la Catedral y la sede de la fuerza de paz de la ONU. “Creo que verdaderamente se trata de una catástrofe de enormes proporciones”, reconoció el embajador de Haití en Estados Unidos, Raymond Alcide Joseph, pero aclaró que todavía no se tenía información oficial sobre el número de víctimas. Un testigo citado por la agencia Reuter, mencionó la presencia de “docenas de muertos” en la ciudad capital, aunque otros estiman que pueden llegas a “centenares”. La televisión de Haití confirmó que están destrozados la sede gubernamental, la Catedral y otros edificios públicos. Las comunicaciones con la isla colapsaron tras la tragedia, que desencadenó además un alerta de tsunami para países caribeños como Cuba, Bahamas y República Dominicana. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que sus “pensamientos y oraciones” están “con los que han sido afectados por este terremoto”. Agregó que su país está listo “para ayudar a la gente de Haití”.

Un corresponsal de AFP en Haití detalló que el sismo duró poco más de un minuto y que luego hubo dos réplicas de 5,9 y 5,5 grados que estremecieron el país, según confirmó el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS). El movimiento telúrico fue de magnitud 7,3 grados y se registró a 16 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe. El sismo se produjo a una profundidad de diez kilómetros.

En la Cancillería argentina, el titular de los Cascos Blancos, Gabriel Fucks, hizo saber que esperaban “mayores precisiones” sobre la gravedad de la situación “antes de tomar la decisión de enviar toda la ayuda posible en insumos y equipos”. Fucks recordó que ya han realizado misiones en Haití, pero que deben esperar “una solicitud por parte de la OCHA (Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) desde las Naciones Unidas”. En Petionville, distrito con una gran actividad turística, se desmoronó un edificio de tres pisos y un tractor trataba de abrirse paso entre los escombros para socorrer a las víctimas. Las informaciones decían que muchas personas rondaban por las calles, en estado de pánico. En Petionville reside la mayoría de los diplomáticos extranjeros. El Comando Sur de Estados Unidos se preparaba para prestar asistencia humanitaria en caso de recibir la orden de su gobierno.

“Estamos monitoreando la situación y coordinando todo lo necesario para responder rápidamente, en caso que exista una decisión del Departamento de Estado y una orden del Ministerio de Defensa de dar asistencia a Haití”, dijo José Ruiz, portavoz del Comando Sur, con sede en Miami. El fuerte sismo se sintió con gran intensidad en República Dominicana.

“En todos los lugares se sintieron los efectos del temblor, no se ha reportado ningún daño, pese a que hemos estado monitoreando por todos los lugares más vulnerables”, informó Luis Luna Paulino, director de Defensa Civil de ese país. Las autoridades de Cuba realizaron evacuaciones preventivas en zonas bajas de la ciudad de Baracoa, en la región oriental de la isla, donde se sintió con intensidad el terromoto que sacudió a Haití.

“Se está evacuando a la población hacia las zonas altas por la alerta del tsumani. Estamos en esa situación ahora”, declaró un funcionario del gobierno municipal de Baracoa, a unos 1000 kilómetros al sureste de La Habana, en la provincia de Guantánamo.

Haití detenta la renta per cápita más baja de toda América y el 70 por ciento de su población de ocho millones de habitantes vive en la pobreza.