Luego de contar cómo había decidido practicar la eutanasia a su ex novio, enfermo terminal de sida, Ray Gosling, locutor de la BBC, recibió ayer el beneficio de libertad provisional tras haber pasado un día y medio en prisión. Según informó su abogado, Digby Johnson, Gosling quedó sujeto a “posteriores preguntas que le quiera hacer la policía”. El presentador –tiene 70 años y no se arrepiente de lo que hizo– gozará del beneficio por dos meses, hasta que la Justicia decida sobre su destino.

Gosling fue arrestado el miércoles último, acusado de asesinato, luego de contar lo sucedido en un programa emitido el lunes pasado por la televisión pública británica. En la imagen se lo ve caminando en un cementerio mientras relata: “Una vez maté a alguien... Era mi amante y tenía sida. Tomé la almohada y lo asfixié con ella hasta que murió”. Según Gosling, era algo acordado con su ex pareja para evitar una dolorosa agonía.

La eutanasia es ilegal en Inglaterra y se pena con hasta 14 años de prisión, aunque como Gosling es sospechoso de asesinato podrían darle cadena perpetua. Sin embargo, la Justicia británica anunció en septiembre pasado que las personas que ayudan a un allegado en fase terminal a morir, probablemente no enfrentarán acciones legales, si el gesto está motivado por la compasión y el deseo del enfermo no deja lugar a dudas. El próximo jueves la fiscalía británica publicará recomendaciones definitivas sobre las circunstancias en las que el suicidio asistido puede acarrear acciones judiciales.