Mar 13.04.2010

SOCIEDAD  › EL VATICANO PUBLICA UNA GUíA QUE RECOMIENDA DENUNCIAR LOS ABUSOS SEXUALES COMETIDOS POR SACERDOTES

Ahora no protegerán a los pedófilos

Los abusos a menores cometidos por clérigos deben ser denunciados ante la Justicia. Para el número dos del Vaticano, la pedofilia no está vinculada con el celibato, sino con “la homosexualidad”.

Ayer, con la publicación en Internet de una guía que recomienda denunciar “siempre” los “abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes”, el Vaticano intentó mostrarse preocupado por las miles de víctimas en todo el mundo y decir que es una institución moderna. Pero en un mismo, largo día, Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, segundo en jerarquía tras el papa Benedicto XVI, afirmó que “no hay relación entre celibato y pedofilia”. En cambio, agregó, “está demostrado” que la pedofilia está vinculada con la homosexualidad. Aunque en público recién se conoció ayer, el Vaticano aseguró que la guía tiene circulación interna desde 2003. En referencia a su divulgación, Bertone adelantó que las novedades seguirán y que Benedicto XVI “no va a dejar de sorprendernos”. Mientras tanto, dos célebres ateos militantes británicos se disponen a una batalla legal para que, durante su visita de septiembre a Gran Bretaña, al Papa le pase lo que, años ha, pasó a Pinochet: quedar preso, acusado por “crímenes contra la Humanidad”.

Las “líneas directrices” de la Iglesia Católica ante la pedofilia fueron publicadas en el sitio oficial del Vaticano (www.vatican.va), dentro del apartado “Abusos contra menores. La respuesta de la Iglesia”, aunque hasta ayer aparecían solamente en inglés. El espíritu del documento contradice el “Crimen solicitationis”, documento de 1962 cuya existencia Joseph Ratzinger conocía, según documentos que escribió cuando era cardenal (ver aparte).

La “Guía para entender los procedimientos básicos de la Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF) –antiguamente conocida como Santo Oficio de la Inquisición, y oficina que estaba al mando de Joseph Ratzinger antes de ser ungido Papa– concernientes a las acusaciones de abuso sexual” indica “procedimientos preliminares” y “procedimientos autorizados por la CDF” una vez que el obispo de la diócesis donde se registró la denuncia haya presentado el caso. “La diócesis local investiga cada acusación de abuso sexual de un menor cometido por un clérigo. Si la denuncia pareciera cierta, el caso es referido a la CDF. El obispo local transmite toda la información a la CDF y expresa su opinión sobre los procedimientos a seguir y las medidas a adoptar en el corto y el largo plazo.”

La “ley civil”, continúa la guía, “concerniente a la denuncia de crímenes a las autoridades apropiadas siempre debe ser seguida”. El Papa, además, tiene la potestad de secularizar (despojar de sus hábitos) al acusado, aun antes de terminar el proceso canónico y “por decreto”, pero sólo ante excepciones. Eso sucedería “en casos muy graves, cuando un tribunal ordinario juzgó culpable de abuso sexual de menor a un sacerdote o cuando las pruebas son irrefutables (...). No existe apelación para esos decretos papales”. No fueron precisados los atributos de tal gravedad.

El cardenal Tarcisio Bertone, de visita oficial en Chile, afirmó que el Papa pidió perdón por los abusos en varios discursos, pero que de todas maneras “tomará otras iniciativas aún”. “No lo puedo anticipar –agregó–, pero se están pensando otras iniciativas. No va a dejar de sorprendernos.” Además de brindar la advertencia, Bertone tuvo ocasión de hablar específicamente sobre la pederastia. “Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pedofilia; pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pedofilia. Esto es verdad, éste es el problema”, aseguró desde Santiago de Chile.

En tanto, el fantasma de una acusación por “crímenes contra la Humanidad” puede poner en jaque la visita a Gran Bretaña que Benedicto XVI tiene agendada para el 16 de septiembre. La amenaza fue formulada por el científico Richard Dawkins y el periodista Christopher Hitchens, reconocidos y célebres ateos militantes que han declarado sus intenciones de realizar, ante la Justicia inglesa y la Corte Penal Internacional de La Haya, las gestiones necesarias para que la acusación prospere. Mark Stephens, abogado del científico, explicó que se trata de obligar al Papa a explicar “cómo parece que antepuso la reputación de la Iglesia Católica al bienestar de los niños”. El impacto real que la acusación pueda tener está en duda. El experto en Derecho Internacional de la Universidad de Oxford, Dapo Akande, aseguró que el Papa goza de inmunidad “en tanto que es jefe de Estado”. Por el contrario, Stephens asegura que el Vaticano no es un Estado propiamente dicho, por lo que el Papa no tiene tal inmunidad. Benedicto XVI, aseguró Hitchens, “no está por encima de la ley. La ocultación institucionalizada de violaciones de niños es un crimen en todas las legislaciones, sean cuales fueran”. Dawkins, otra de las figuras principales de lo que en Gran Bretaña se conoce como “nuevo ateísmo”, definió al Papa como “un hombre cuyo primer instinto, cuando sus curas son sorprendidos con los pantalones bajados, es encubrir el escándalo y condenar a las jóvenes víctimas al silencio”. En Inglaterra, todo juez puede emitir una orden de detención contra un extranjero de visita en el país, como le sucedió a Augusto Pinochet en 1998.

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