Mar 13.04.2010

SOCIEDAD  › SOSPECHOSA ACUSACIóN POLICIAL

Denunciante denunciada

A nueve meses del asesinato, desaparición y aparición como NN en la morgue y en el cementerio de dos jóvenes de Villa Lugano, en una causa en la que está implicada la policía, la madre de uno de los chicos asesinados resultó acusada de “favorecimiento de evasión y daño agravado”, por la misma policía que la mujer denunció. Hoy Angélica Urquiza, madre de Jonathan Lezcano, deberá presentarse a declarar ante el juez. Denuncian que se trata de un apriete.

Angélica Urquiza, de 46 años, es la madre de Jonathan Lezcano, alias “Kiki”, un chico que el 8 de julio pasado desapareció de su casa en Villa Lugano, junto con Ezequiel Blanco, tal como en su momento informó Página/12. Luego de que los jóvenes estuvieron poco más de dos meses desaparecidos, los familiares se enteraron de que “habían encontrado dos cuerpos” de dos personas no identificadas, implicadas en una causa caratulada como NN robo de automotor. La sospecha de que podrían ser ellos quedó confirmada cuando asistieron al reconocimiento. Sorprendentemente, habían permanecido durante más de dos meses sin identificar en la Morgue Judicial y uno de ellos sepultado en la Chacarita. Los familiares de ambos denunciaron a la policía. Un uniformado fue investigado y sobreseído por el crimen de ambos.

En medio de las denuncias de los familiares, Angélica fue detenida en una situación que promueve a pensar en un apriete. Durante un procedimiento de la comisaría 52ª, unos chicos del barrio fueron detenidos acusados supuestamente por intentar robar un auto. Angélica acudió a pedir por ellos y la llevaron de las pestañas, también acusada del robo. “Cuando me reconocieron –como la madre de Jonathan– comenzaron a insultarme y me llevaron detenida. Antes de llegar a la 52ª –donde permaneció más de 13 horas–, me bajaron a las patadas del patrullero, me pegaron, insultaron y amenazaron”, relató la mujer a Página/12. Llegó a la comisaría detenida, en camisón y descalza, tal como salió de su casa. Y terminó con una causa por robo de automotor a mano armada. El apriete quedó evidenciado a medias: la causa por robo a mano armada no prosperó. Pero siguen acusándola de “favorecimiento de evasión y daño agravado”.

Informe: Rocío Ilama.

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