“Esta semana será decisiva para el esclarecimiento del caso”, anticiparon fuentes allegadas a la investigación del crimen de María Marta García Belsunce. Después de analizar durante el fin de semana la prueba reunida, el fiscal Diego Molina Pico podría ordenar la detención de al menos una persona que sería “alguien conocido de la mujer que se encontraba en el interior del country” Carmel de Pilar, donde ocurrieron los hechos. Los investigadores están revisando, una y otra vez, las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad el 27 de octubre pasado, día en el que ocurrió el homicidio. En la causa paralela donde se investiga la falsedad ideológica del certificado de defunción de la víctima, ayer fue dejado en libertad Guillermo Bártoli, cuñado de la mujer asesinada, quien prestó declaración durante cinco horas ante el juez porteño Julio Lucini.
“Es mucha la prueba acumulada, muchas las declaraciones testimoniales y muchas las contradicciones que hay en el expediente”, afirmó una fuente cercana a la causa. “Lo que se tiene que definir en estas horas es lo central: quién o quiénes fueron los asesinos y si hubo encubrimientos. No es fácil porque en la causa hubo muchas idas y vueltas”, explicaron los voceros. El fiscal Molina Pico “podría decidir alguna detención en los próximos días, pero antes hay que chequear toda la prueba reunida”.
Los investigadores judiciales enviados por la Procuración General de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires “están buscando equipos que permitan digitalizar las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del country porque hay mucha dificultades para apreciar los rostros de las personas que ingresaron al lugar”, dijeron las fuentes. Los rumores sobre la presunta detención de un familiar o allegado a la víctima hicieron que su propio viudo, Carlos Carrascosa; su hermano Horacio García Belsunce (h.) y su cuñado, Guillermo Bártoli, presentaran ante un juez de Garantías de San Isidro un pedido de eximición de prisión con el único propósito de anticiparse a saber si alguno de ellos estaba en la mira.
Bártoli fue dejado en libertad ayer, luego de prestar declaración en la causa paralela, en la que se investiga la falsedad ideológica del certificado de defunción que establecía que la mujer murió de un supuesto paro cardíaco y no asesinada de cinco balazos, como ocurrió. El médico que firmó el certificado, Juan Carlos March, sigue detenido y su abogado, Roberto Bagalá, ratificó que su representado nunca vio el cadáver de García Belsunce, a pesar de ser suya la firma asentada en el documento.
Bártoli, que había sido detenido el viernes cuando viajaba rumbo a Montevideo, declaró más de cinco horas y ayer por la madrugada fue liberado, confirmó José Scelzi, abogado de los García Belsunce. El juez Lucini intenta establecer si existe una organización dedicada a falsificar actas de defunción. Por ese motivo ordenó detener al médico March y a otras nueve personas, entre directivos y empleados de la funeraria Casa Sierra, contratada para el sepelio de la víctima.
El abogado Roberto Bagalá afirmó que el médico March “no vio el cadáver y nunca estuvo en el country” de Pilar. El letrado admitió que la firma del certificado corresponde a su cliente, pero aclaró que “el contenido del certificado no fue escrito por el doctor March”. Explicó que su representado es “un hombre de 70 años, enfermo, que tiene una seria dificultad motriz. Cuando está tranquilo, en su casa, va firmando sus certificados...”. El abogado dejó entrever la posibilidad de que uno de esos certificados, firmado en blanco, haya sido utilizado para documentar la muerte de María Marta García Belsunce, sin que March haya estado al tanto de que se trataba de una persona que había sido asesinada.
Más allá de cualquier consideración, el médico cometió al menos dos irregularidades: dejó sentado que la mujer murió en una vivienda de Junín al 1397, de la Capital Federal, cuando en realidad falleció en Pilar, provincia de Buenos Aires, y rubricó que personalmente revisó el cuerpo al diagnosticar “un paro cardiorrespiratorio no traumático” cuando se trató de un asesinato cometido con alevosía. March fue detenido el viernes en su domicilio de la localidad bonaerense de Villa Sarmiento, partido de Morón, y mañana prestará declaración ante el juez Lucini. La víctima fue asesinada de cinco balazos en la cabeza, pero la primera versión familiar y de uno de los médicos que llegaron al lugar fue que había sufrido un accidente al resbalar y golpearse contra los grifos de la bañera. Luego se estableció que María Marta había sido asesinada a balazos en el primer piso de su casa, tras ser atacada en la planta baja. Durante la investigación del asesinato, iniciada recién a mediados de noviembre, luego de la exhumación del cadáver y la autopsia, se determinó que la escena del crimen había sido modificada y que se habían ocultado varias pruebas.
El periodista Horacio García Belsunce dio a conocer una extensa carta en la que reitera la versión familiar sobre lo ocurrido el día del hallazgo del cadáver de su hermana. “Los únicos que saben qué pasó son MM (así se refiere a su hermana María Marta) y el asesino, y el encubridor, si lo hubo”, dijo el periodista. Aclaró que el texto será “por ahora por lo menos, lo último que diga públicamente sobre el tema”. Sostuvo que “frente a tanto dolor y horror y a tanto trabajo para realizar en pos de la investigación no puedo ni debo estar perdiendo tiempo en los medios para dar explicaciones a los que crean que la familia pudo haber encubierto el asesinato de MM. Digan lo que les parezca. La Justicia tendrá la última palabra”.