La Justicia de Malawi condenó a prisión y trabajos forzados de catorce años a una pareja de homosexuales que anunciaron públicamente su compromiso en una ceremonia tradicional. La sentencia recibió una dura condena por parte de los Estados Unidos y de la organización Amnistía Internacional, en tanto que países europeos amenazaron con retirar las donaciones que hacen al país africano.

El juez Nyakwawa Usiwa condenó a Steven Monjeza, de 26 años, y Tiwonge Chimbalanga, de 20, después de que el pasado martes los declarara culpables de indecencia, sodomía y actos contra natura.

En un comunicado, la Casa Blanca expresó su condena contra este hecho y denunció que “la criminalización de la orientación sexual y la identidad de género es desmesurada” y arruina el historial de derechos humanos de Malawi. “Urgimos a Malawi y a todos los países a frenar el uso de la orientación sexual o de género como base para el arresto, la detención o la ejecución”, reclamó. Igualmente, el Departamento de Estado se unió a la condena y expresó “sentirse particularmente preocupado por la severidad de la sentencia” y consideró el hecho como “un paso atrás” en la protección de los derechos humanos.

Los condenados fueron detenidos el pasado 28 de diciembre, dos días después de anunciar su compromiso, lo que llevó a la organización humanitaria Amnistía Internacional a declararlos “presos de conciencia”.

Este caso ha merecido también la condena internacional y generado un debate sobre la homosexualidad en Africa, donde muchos países tipifican como delito esta tendencia sexual. Un grupo de donantes de Malawi, entre ellos la Comisión Europea, Noruega, Reino Unido, Alemania, el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo, también le advirtieron al país que debe respetar los derechos de sus ciudadanos.

En tanto, Amnistía Internacional calificó la sentencia de “escandalosa”. “La condena envía un mensaje tan enérgico como inaceptable de que la discriminación está legalmente justificada en el sistema judicial de Malawi”, afirmó Michelle Kagari, directora adjunta para Africa del organismo de derechos humanos. “Seguiremos haciendo campaña al respecto y trabajaremos incansablemente hasta conseguir su puesta en libertad lo antes posible y de forma incondicional”, dijo la representante de AI.

Frente a la condena internacional, las iglesias protestantes locales han calificado la homosexualidad de “desviación” y han reclamado a los donantes occidentales que dejen de amenazar con suspender sus ayudas al país si éste no respeta los derechos de las minorías sexuales.