La Justicia Civil condenó a un colegio privado de educación especial a indemnizar con 90 mil pesos a los padres de una alumna con síndrome de Down que falleció por asfixia al atragantarse mientras almorzaba. En la condena se señaló la responsabilidad del instituto por no haber cumplido con su obligación de control como autoridad educativa.

El hecho ocurrió el 22 de junio de 2005, cuando durante el almuerzo escolar la niña ingirió una porción de carne que le provocó una asfixia por obstrucción en las vías respiratorias que le provocó la muerte. La condena recayó sobre el Instituto de Educación Especial Ayelén.

Las pruebas recogidas en la causa acreditaron que había tres autoridades del colegio cuando la menor de edad expresó su malestar por el ahogo, pero ninguna de ellas la auxilió “de manera directa”.