Después de la derrota del proyecto de matrimonio homosexual en la Comisión de Legislación General, las conducciones de los bloques del Frente para la Victoria y de la UCR buscaban ayer alternativas para encarar el escenario difícil que se prevé hasta ahora para la sesión del miércoles próximo. Por un lado, el kirchnerista Miguel Pichetto presentó un recurso administrativo ante el presidente del cuerpo, Julio Cobos, en el que impugna el despacho que impulsa el tratamiento de la unión civil, en reemplazo del matrimonio. Por el otro, los senadores radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz analizaban una estrategia para lograr que el tema vuelva a Diputados y en todo caso allí sea ratificada la media sanción actual.

Con posturas diferentes, los jefes de ambos bloques trabajaban ayer para revertir el ajustado escenario, que hasta ahora se inclinaba por el rechazo en el recinto del matrimonio homosexual. “Nosotros estamos trabajando para garantizar la aprobación de la media sanción que vino de Diputados”, aseguraban fuentes del Frente para la Victoria. La posición del oficialismo es insistir con la media sanción, tal como lo viene reclamando la comunidad homosexual. En ese plan, Pichetto presentó una carta ante el titular del Senado para reclamar que no sea considerado el dictamen que propone la unión civil y que se trate solamente el rechazo o la aprobación de la media sanción de la Cámara baja.

En el texto, el titular de la bancada del FpV advierte que la comisión “ha incurrido en una irregularidad insólita y sin precedentes en nuestra historia parlamentaria: ha producido dos dictámenes de mayoría sobre un mismo tema, pretendiendo que se trata de materias totalmente ajenas entre sí”. En efecto, la Comisión de Legislación General firmó dos dictámenes con 9 adhesiones sobre 15. El primero plantea el rechazo del proyecto proveniente de Diputados y el segundo propone la unión civil, sin posibilidad de adopción ni fertilización asistida y otras limitaciones resistidas por la comunidad homosexual, juristas y activistas de la diversidad. El escrito del oficialismo remarca el artículo 81 de la Constitución nacional, que establece que un proyecto rechazado no “podrá repetirse en las sesiones de aquel año”. De esta forma, como primero debe tratarse el dictamen de mayoría que rechaza la iniciativa de Diputados, luego no estará permitido tratar la unión civil porque es parte del mismo tema.

Según trascendió, Cobos someterá esta cuestión a discusión en la reunión de Labor Parlamentaria, prevista para el próximo martes, de la que participan los presidentes de todos los bloques. Operadores del Senado auguraban un resultado favorable en aquel encuentro, ya que las cúpulas de las bancadas se encuentran en su mayoría a favor del matrimonio homosexual.

En paralelo, el mendocino Sanz y el jujeño Morales buscaban ayer una alternativa que sirviera de “reaseguro” en caso de que finalmente se rechace la media sanción. A través de la implementación de modificaciones a la media sanción, que todavía estaban estudiándose, la iniciativa podría volver a la cámara de origen, que para insistir en su proyecto original necesita la misma cantidad de votos que obtuvo la cámara revisora. Es decir, si las modificaciones se aprueban por mayoría simple (como es más probable), Diputados podría convertir en ley su proyecto original también con mayoría simple.

Por más que parezca una apuesta en contra del matrimonio homosexual, la estrategia de los cuatro senadores radicales apunta a evitar que la iniciativa se caiga “definitivamente” el próximo miércoles y tenga otra chance en Diputados. En este contexto, los cambios que se le apliquen al proyecto serán determinantes a la hora de construir nuevas mayorías que permitan su aprobación. El punto más resistido por algunos senadores de la UCR es la posibilidad de adopción, que podría impedirse en el nuevo dictamen. Como base podrían tomar el proyecto impulsado por la mendocina Laura Montero, que no contempla esa alternativa.

“Una posibilidad es que durante esta semana se encuentre un consenso para llegar al recinto sobre unión civil, para no quedar atrapados entre el todo y el nada”, había asegurado el martes el titular de la UCR, Ernesto Sanz, quien admitió que dicha iniciativa es “discriminatoria”. Además de las dificultades para conseguir los números y aprobar esta nueva y todavía desconocida tercera iniciativa, los senadores deberán arreglárselas para introducir el tema en el recinto, ya que no tiene dictamen de comisión. Para votar un proyecto sobre tablas se necesita la aprobación de los dos tercios de los presentes.

Con todas estas cartas sobre la mesa y en medio de las presiones de sectores conservadores, la suerte del matrimonio entre personas del mismo sexo seguirá en suspenso, al menos hasta el mismo miércoles en que se realice la sesión, se sepa a ciencia cierta los senadores presentes y las posturas de cada uno.